Por Lauren Sepúlveda
SANTO DOMINGO.- Cada segundo sábado de septiembre, el Día Mundial de la Arepa llega como una festividad que trasciende fronteras, y en República Dominicana ha ganado un espacio especial en el corazón y las mesas de muchos.
Lo que comenzó en marzo de 2011 como un esfuerzo por conectar a los venezolanos en el exterior, hoy es una celebración que no entiende de nacionalidades. En República Dominicana, la arepa ha encontrado un hogar propio, donde se le ha dado un toque local que la convierte en un plato que muchos dominicanos disfrutan y preparan.
Aunque el tiene su propia versión de arepa, la de maíz dulce que se cocina al horno, la versión venezolana encontró un nicho en los restaurantes y hogares dominicanos, especialmente en las zonas con mayor concentración de comunidades venezolanas, como Santo Domingo y Santiago.
En las calles, es común ver locales de comida que ofrecen arepas rellenas de todo tipo de ingredientes, desde los más tradicionales como carne mechada, queso y aguacate, hasta opciones más exóticas adaptadas a los productos locales. La arepa venezolana ha logrado fusionarse con los sabores dominicanos, creando combinaciones únicas que enamoran a los comensales.
El Día Mundial de la Arepa no solo es una fiesta culinaria, también es un símbolo de integración cultural.
En República Dominicana, donde la comunidad venezolana ha crecido significativamente en los últimos años, la arepa ha servido como un puente para unir a ambas culturas. Es un plato que ha abierto espacios de encuentro, donde venezolanos y dominicanos se sientan a la misma mesa a disfrutar de un alimento que, aunque tiene diferentes orígenes, habla el mismo lenguaje: el de la buena comida.
También esta festividad ha sido un catalizador para el emprendimiento. Muchos venezolanos que han llegado al país encontraron en la arepa una oportunidad de negocio. Ya sea en pequeños puestos de comida o en restaurantes especializados, la arepa ha dado lugar a un floreciente sector gastronómico que sigue ganando popularidad.
En Santo Domingo, es fácil encontrar locales que ofrecen arepas como plato principal, atrayendo tanto a venezolanos nostálgicos como a dominicanos curiosos por probar algo diferente. La arepa ha pasado de ser un plato exótico a una opción común en el menú de muchos establecimientos. Este auge ha generado empleo y ha fomentado la integración de los venezolanos en la vida económica del país.
Cada año, se organizan actividades en restaurantes y espacios públicos, donde se invita a las personas a probar diferentes tipos de arepas y aprender sobre la historia y las tradiciones que las rodean.
En algunos eventos, incluso se organizan concursos para ver quién hace la mejor arepa, fusionando ingredientes locales con la receta tradicional. Esto ha dado lugar a interesantes combinaciones como la “arepita de mangú” o la “arepa de chicharrón”, que mezclan lo mejor de la gastronomía dominicana con el clásico venezolano.
