INTERNACIONAL. – Un vuelo de Singapur Airlines con destino a Nueva Zelanda, que transportaba 229 personas entre pasajeros y tripulación, experimentó un dramático incidente a 37,000 pies de altura. Los pasajeros a bordo describieron una caída repentina y aterradora que convirtió el vuelo en una pesadilla.
Andrew Davies, un pasajero que viajaba por negocios, comentó: “El vuelo fue perfectamente normal al principio. De repente, el avión se sintió como si cayera. Probablemente solo duró unos segundos, pero recuerdo vívidamente haber visto zapatos, iPads, iPhones, cojines, mantas, cubiertos, platos y tazas volando por el aire y estrellándose contra el techo. El caballero que estaba a mi lado tomó una taza de café, que me cayó encima y subió hasta el techo”.
Muchos pasajeros estaban desayunando en el momento del incidente, lo que aumentó el caos dentro de la cabina. Imágenes posteriores del avión muestran un desorden considerable, con papeles, vasos y jarras de agua esparcidos por el suelo, y paneles del techo y tuberías colgando sueltos.
El avión fue desviado de inmediato a Bangkok, donde aterrizó sin más incidentes. De los 211 pasajeros y 18 tripulantes a bordo del vuelo original, 143 fueron transportados en un vuelo de socorro a Singapur, donde aterrizaron la madrugada de este miércoles. En un mensaje de vídeo publicado en Facebook, el director ejecutivo de Singapore Airlines, Goh Choon Phong, informó sobre la situación y las medidas tomadas.
Los 79 pasajeros restantes y 6 miembros de la tripulación aún se encuentran en Bangkok, incluidos aquellos que están recibiendo atención médica y sus familiares.
Las autoridades están investigando las causas de este incidente para asegurar que no vuelva a ocurrir y para garantizar la seguridad de todos los vuelos futuros. Singapore Airlines está proporcionando toda la asistencia necesaria a los pasajeros afectados.
