SANTO DOMINGO.- El discurso de toma de posesión del presidente Luis Abinader para su segundo mandato generó una variedad de respuestas en el ámbito político y empresarial dominicano, mientras algunos sectores aplaudieron el mensaje, la oposición lo criticó, especialmente en torno a la propuesta de reforma constitucional presentada por el Poder Ejecutivo.
Legisladores de partidos opositores manifestaron su preocupación por la vaguedad en los detalles de la reforma.
Rafael Castillo, vocero de la Fuerza del Pueblo, cuestionó la falta de medidas concretas y advirtió que su partido estará vigilante para garantizar que no se imponga una agenda que no contemple las verdaderas necesidades del país.
Castillo destacó que el discurso del presidente no aborda de manera efectiva los problemas actuales que afectan a los dominicanos.
Recepción positiva del sector empresarial
En contraste, el sector empresarial ha recibido con optimismo las palabras de Abinader, por su parte Celso Juan Marranzini, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), junto a otros líderes empresariales como Fernando Hazoury, presidente de Cap Cana, y José Nelton González, presidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), elogiaron el mensaje del mandatario, señalando que refuerza la confianza en el país como destino para la inversión.
Según ellos, el discurso resalta el liderazgo de la República Dominicana en la región en términos de estabilidad y crecimiento económico.
Funcionarios del Partido Revolucionario Moderno (PRM) destacaron los logros de la gestión saliente y subrayado los planes para el próximo cuatrienio.
Deligne Ascensión, ministro de Obras Públicas, mencionó los avances en infraestructura y proyectos futuros que apuntan a fortalecer el desarrollo del país en los años venideros.
Abinader hizo un llamado a la unidad, exhortando a la clase política a dejar de lado las diferencias y a trabajar juntos para resolver los problemas que enfrenta el país. Este llamado a la cooperación busca superar las divisiones políticas para poder enfrentar de manera efectiva los desafíos nacionales, como la inseguridad, el empleo y la educación.
Mientras las opiniones siguen divididas, el discurso de Abinader marca el inicio de su segundo mandato con la promesa de continuidad, reformas y un enfoque en la estabilidad económica del país.
