El 18 de octubre del año 2019 miles de chilenos se reunieron en la Plaza Italia, en el centro de Santiago, para protestar contra la ley de seguridad social y otras reivindicaciones un acontecimiento que se convirtió en un estallido social.
El presidente Sebastián Piñera fue tratando de responder a las demandas de la población, pero la misma terminó en una exigencia para que se modifique la constitución porque no aporta garantía a los derechos fundamentales de la población, tomando en cuenta la inequidad social.
Esto conllevó a que se incluyera la propuesta de modificación de la constitución y se escogería, vía el voto de la población 155 personas que habrían de redactar la nueva constitución. Para ellos surgieron cantidades de candidatos independientes, sin ser postulados por partidos políticos y vaya sorpresa que se llevaron: Chile se volcó en votos a favor de los candidatos independientes.
Esto ha permitido que el pueblo, por primera, vez, sienta que son ellos quienes van a modificar su constitución pues los candidatos independientes no representan la partidocracia a quien el pueblo les dio la espalda.
Chile se apresta a reescribir su constitución y todo esto se ha dado en medio de unas elecciones durante el fin de semana donde la derecha y el gobierno de Sebastián Piñera esperaban ganar tres a cero, el vaticinio fue totalmente contrario a lo que pasó y la izquierda y los movimientos emergentes han derrotado al sistema de partidos políticos tradicionales.
Los candidatos electos para la Convención Constituyente —que tendrá la misión de redactar la nueva Carta Magna—, y para los cargos de gobernadores, alcaldes y concejales, dan cuenta de un cambio importante en la postura ideológica de la sociedad chilena.
Postulantes independientes y ajenos a los partidos políticos tradicionales fueron unos de los grandes triunfadores de la Convención. Contrario a lo que se esperaba, la derecha no logró ni de cerca obtener los 52 escaños (o un tercio de la asamblea) que se necesita para influir en el contenido de nueva Carta Fundamental y vetar artículos.
La nueva izquierda y los movimientos de independientes están reescribiendo la historia chilena. Esto puede ser el inicio de una gran ola que cambie toda la realidad de los sistemas partidocráticos, y sin lugar a dudas que hay que apostar a que estos esquemas de participación electoral puedan devolverle un poco de confianza, de fe, de fortalecimiento a la democracia por lo menos en la pata electoral.
Los resultados han sido leídos por analistas como un «castigo» a las fuerzas políticas tradicionales, y ya han aparecido los primeros mea culpa de varios de sus expositores.
El Presidente Sebastián Piñera ha reconocido que esta derrota envía un mensaje no solo de cuestionamiento, sino de revisión de su gobierno y de todo el sistema partidario.
Habrá que ver hasta qué punto esta es una nueva tendencia que puede tener cabida en el resto de la región. Que se apoyen candidatos independientes puede ser el inicio de una revolución que obligue a los partidos políticos a reinventarse.
Ojalá que en República Dominicana se fortalezca el voto independiente partiendo de una pregunta que tendremos que formularnos más temprano que tarde ¿Se producirá en algún momento la victoria de candidatos independientes que no sean postulados por partidos políticos? Esperemos que sí.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.
