Un virtual empate estadístico existe ahora en el Perú entre el candidato de la izquierda chavista Pedro Castillo y la candidata de la derecha conservadora Keiko Fujimori, quienes disputarán la segunda vuelta electoral por la presidencia el próximo 6 de junio.
La candidatura de Castillo ha descendido en intención de voto y la de Fujimori ha crecido. El 2 de mayo Castillo estaba a nueve puntos de Fujimori. En una encuesta de Ipsos-Perú del 18 de abril Castillo estaba a once puntos de Fujimori y ahora, en esa misma encuestadora, hay dos puntos de diferencia entre ambos.
En un simulacro de votación realizado por la encuestadora Ipsos-Perú y el diario El Comercio el 14 de mayo, Castillo tiene un 51,1% y Fujimori 48,9% lo que constituye un virtual empate en términos estadísticos. Ambos deberán convencer a un 14,7 por ciento de indecisos.
La campaña errática de Castillo del movimiento Perú Libre, autodenominado como “organización de izquierda socialista” ha desinflado su candidatura. Primero con excéntricas propuestas a Fujimori para debatir en las plazas públicas del Perú acompañados de sus padres e hijos, incluso en la puerta de la cárcel de mujeres de Lima, donde Keiko Fujimori purgó 15 meses de prisión provisional por presuntos vínculos con el caso Odebrecht.
Fujimori aceptó todas las invitaciones, pero al final se realizó un debate el primero de mayo en la Plaza de Armas de Chota en Cajamarca, ciudad natal de Castillo. Los analistas coinciden que ambos candidatos navegaron sobre propuestas populistas y genéricas sin abordar acciones concretas sobre sus planes de gobierno.
El Jurado Nacional de Elecciones del Perú informó que los partidos de ambos candidatos acordaron realizar dos debates oficiales: uno el domingo 23 de mayo entre los equipos técnicos de ambos candidatos y una semana después un cara a cara entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori.
Castillo acusó a la prensa peruana de estar parcializada con Fujimori y de hacerle preguntas especialmente insidiosas. Pero en realidad Castillo que ha sido poco inteligente en sus respuestas sobre economía y cómo realizará sus promesas electorales en caso de resultar electo.
Otro aspecto preocupante de Pedro Castillo y sus colaboradores que también ha despertado la atención de la prensa internacional es que evitan calificar a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua como tales y siempre responden con la letanía que son respetuosos del “principio de soberanía de los pueblos”. Esto contrasta con la ligereza que tiene, por ejemplo, el vocero de Perú Libre, Eduardo Bendezú cuando critica el “intervencionismo de Estados Unidos en la región”. Pero calla sobre el evidente intervencionismo de Cuba en Venezuela.
Esto no debe sorprender, pues en un video viralizado en redes, Vladimir Cerrón, Secretario General del partido de Castillo, elogia a Fidel Castro cuando afirma que “su legado es un paradigma para América Latina y el mundo” también a Chávez y Maduro. El video grabado en La Habana, Cuba, Cerrón aparece delante de una foto del Che Guevara y luce camisa blanca con cuello rojo con el símbolo de Perú Libre.
Como dijo el célebre astrofísico e intelectual Stephen Hawking: “Incluso la gente que afirma que no podemos cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle”. Los peruanos aún están a tiempo de asegurar que la calle de la democracia siga siendo un lugar de tránsito y de alternancia en el poder, y no la vía que utilizará la izquierda chavista para pasarle la aplanadora al país, enquistarse en el poder y hacer de la miseria general la moneda común.
Por José Andreu Figueroa. Miami, Florida
