El Presidente Luis Abinader ha decidido suspender al Director General de la Lotería Nacional el señor Luis Maisichell Dicent.
Este tema ha desparramado agua por todos los lados como si fuese un jarro pichado. Un error de esta administración es que pretenden justificar las cosas acudiendo al viejo recurso de que anteriormente se hacía, y como en este momento el PLD es el principal referente de la corrupción pusieron a circular un video en donde una ciega hizo fraude en el año 2019.
En eso tienen algo de razón porque desde la fundación de esta instancia, hace más de 130 años, la Lotería ha sido objeto de múltiples escándalos, ocurridos principalmente a partir de la década de los 90, siendo los últimos en este 2021, que incluyeron la falsificación de un boleto.
Pero en esta gestión es el segundo escándalo que se denuncia pues, a principios de enero las autoridades descubrieron al empleado Raúl Antonio Lara, quien intentó adulterar el sorteo “El Extraordinario de Navidad” para llevarse el primer premio, que consistía en RD$5 millones, un apartamento y un vehículo nuevo.
La decisión de suspender al Director General estuvo bien, aunque pudo ser antes porque hay casos en los que el presidente actúa de inmediato, pero en otros se tarda demasiado permitiendo la especulación de la sociedad. Además, es una figura que ya no genera confianza, por consiguiente, en vez de una suspensión debió ser una destitución.
El caso no fue identificado por organismos de inteligencia, sino por un empresario de las bancas de apuestas apodado doble play quien asistió a la lotería a quejarse después de mirar minuciosamente el video que se ha tomado como evidencia.
En un país donde exista respeto por la institucionalidad cualquier funcionario hubiese renunciado ante tal escándalo, pero aquí la política ha sido permeada por la corrupción y el narcotráfico.
Solo con el hecho de que no fuera el administrador de la lotería quien descubriera el plan debería renunciar del puesto junto a todo su equipo.
El fallo estuvo desde origen cuando se nombró a un directivo del sistema de bancas a dirigir la Lotería Nacional y para agregar más gravedad al asunto nombran como asesor honorífico al mismo que llevó la noticia del fraude.
Otro aspecto es que centran el problema en la figura del ciego y la presentadora cuando en ese salón había una nutrida representación de diferentes sectores relacionados que certificaron como bueno y válido el sorteo.
Las otras dos medidas, a nuestro juicio desacertada, fue la de cancelar a todos los ciegos y nombrar una serie de comunicadores con buena estima social, pero de eso no es de lo que se trata.
Por el compromiso político lo que se hizo fue suspender al director cuando lo que procedía era una destitución porque ese administrador no es confiable por las siguientes razones: él es banquero, tiene vínculos con empresarios de la banca, los doscientos millones del fraude se jugaron en la banca pequeña del Distrito Nacional y eso no lo hace un ciego.
Basado en otros escándalos parecidos nuestra sugerencia es que se elimine la lotería y crear una dirección de regulación de juegos de azar y loterías en el Ministerio de Hacienda con una ley que le quite al gobierno la facultad de rifar y lo reduzca a un ente regulador porque no puede ser juez y parte.
Además, cerrar más del 50% de las bancas que operan en el país y dejar una lotería nacional y dos lotos uno local y el internacional.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.
