Alexis Medina y Fernando Rosa buscan salir de la cárcel, es la tercera vez que solicitan revisión de la medida coerción y le es negada. Ellos están involucrados en la operación anti pulpo y junto a los demás implicados manejaron más de cinco mil millones de pesos.
El hermano del expresidente Danilo Medina no quiere continuar en Najayo y esto debe ser un mensaje fuerte para los actuales funcionarios. Si un familiar suyo ocupa una posición pública usted no puede sacar ventaja ni provecho de eso mediante la corrupción.
Muchos buscan enriquecerse para llevar una vida de placeres cónsonos con los estándares de una sociedad que basa su mirada en el éxito material. Pero también la opulencia es parte de los símbolos del poder. En República Dominicana hemos llegado tarde a la cita con las consecuencias de quienes se lucran del erario.
Pareciera una costumbre que quienes asumen un puesto en el gobierno su pensamiento se centra en cómo saldrán enriquecidos y no en el servicio. La juventud muestra apatía ante la política, porque hasta el honesto se cuestiona si lo está haciendo bien. No siguen líderes porque el testimonio de quienes pasan por el poder no genera admiración ni deseo de emular sus gestas.
Desde los inicios de la República la corrupción ha sido un lastre que va dejando rémoras y heridas difíciles de cicatrizar. Lo que ahora está haciendo la justicia ha llegado tarde, pero algún día tenía que ser.
La historia ha fallado en enseñar una mirada crítica de los sucesos que se narran en los libros de textos. No se enseña procesos históricos, sino datos fríos que no pasan de meras fechas y estadísticas. El impacto que ha generado los diferentes gobiernos, sus casos de corrupción, la malversación de los fondos públicos. Es ahora cuando estamos viendo las consecuencias de robarle al pueblo.
La mayoría de las riquezas no se pueden explicar en este país. Quienes ahora se ven acosados sienten extrañeza y se preguntan ¿por qué a nosotros si esto es parte de la historia?
Si se evalúan las fortunas de los de ahora y los de antes en este país hay mucho que explicar. 50 diputados tienen fortunas por encima de 40 millones de pesos, entre ellos con 100 y 200 millones de pesos.
Es bueno aclarar que aún no están condenados, simplemente es una medida de coerción que es la etapa inicial del proceso. Luego pasamos a un juicio preliminar donde se presentan todas las pruebas. En ese juicio preliminar un juez determina si hay razones para enviarlo a un juicio de fondo. Luego se examinan las pruebas materiales y si hay razones se fija una condena.
El código penal establece que cada tres meses se revise la medida de coerción para ver si es posible ser variada o no. En esa revisión ellos presentan los presupuestos que les impide irse del país.
Hasta el momento ocho jueces han participado en el conocimiento de la variación de la medida de coerción y la han negado. Los demás imputados no la han solicitado porque saben que no les permitirán la variación.
Las artimañas han sido muchas y el mismo expresidente ha estado moviendo sus fichas, pero no será posible. Si son inocentes que salgan, pero sin son culpables que paguen.
Ningún juez se atreverá a ser cómplice, quien los libere sin razón justificada tendrá que irse del país porque el pueblo ya dijo ¡basta!
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata