Hoy en el país se conmemora el 63 aniversario de la gesta patriótica del 14 de junio de 1959, antesala de la caída de Trujillo. Paradójicamente ningún otro medio se hace eco de esta acción tan importante y algunos se limitan a informar los actos de conmemoración.
Esta es la manera en como va desapareciendo nuestra memoria histórica y dejamos de rendir tributo a quienes ofrendaron su vida. Sin el 14 de junio del 59 no habría mayo del 61.
Algunos de ellos aún viven no para contarnos la historia, sino para recordarnos lo importante de mantener vivo el legado de los protagonistas de nuestra memoria histórica.
Los expedicionarios son reconocidos como La Raza Inmortal. Este fue uno de los factores determinantes que conllevaron al ajusticiamiento de Trujillo el 30 de mayo de 1961.
Las expediciones de junio de 1959 dejaron un invaluable legado para las generaciones posteriores de dominicanos como ejemplo de la lucha por las libertades públicas.
Su arrojo contribuyó con su valentía para que, finalmente, tiempo después, se produjera el ajusticiamiento del tirano, Rafael Leónidas Trujillo.
Pero no fue solamente un acontecimiento nuestro, sino una hermosa unión solidaria de casi toda Latinoamérica porque, dentro de los expedicionarios, los habían de distintos países.
Según sus nacionalidades, Cordero Michel las pudo clasificar en dominicanos 151; cubanos 22; venezolanos 13; Puertorriqueños 5; españoles 2; estadounidenses 2; guatemalteco 1; no identificados 2, para un total de 198.
La expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo, estaba programada para llegar a la República Dominicano por aire y mar. Sin embargo, las dos embarcaciones facilitadas por cubanos, llegaron a la costa norte seis días después, debido a un sabotaje y a un mal tiempo.
La incursión aérea ocurrió el domingo 14 de junio, con 54 expedicionarios a bordo de un avión C-46 Curtiss, por el aeropuerto militar de Constanza.
El avión, adquirido en Miami utilizando parte de los 250,000 dólares donados por los venezolanos, fue camuflado con las insignias de la Aviación Militar Dominicana. Regresó a Cuba, piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez y el co-piloto cubano Orestes Acosta.
La incursión aérea, en sentido general, fue exitosa y sin bajas, logrando los expedicionarios desplazarse hacia las montañas en dos grupos. Uno dirigido por Enrique Jiménez Moya con 33 hombres, que avanzó hacia Tireo. Los otros 20 expedicionarios, avanzaron hacia las montañas de El Botao, bajo la dirección del comandante cubano Delio Gómez Ochoa.
El 14 de junio debe ser recordado siempre, no solo en las efemérides. También en el carácter de un pueblo que se ha forjado a base de luchas. Por nuestros héroes ni un minuto de silencio.
Por: Francisco Tavárez, del Demócrata.