El presidente Luis Abinader hizo lo que no había hecho ningún presidente y fue destituir a su hombre de mayor confianza Roberto Fulcar.
Pero pareciera que los demás funcionarios no han tomado la línea de lo que el presidente está dispuesto a hacer para adecentar el Estado. Sin embargo, siguen los escándalos en torno a este Ministerio y en especial en el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE).
Ahora los proveedores están protestando denunciando el esquema de corrupción, pero no bien hemos salido del escándalo de los libros de textos.
Los suplidores dice que las licitaciones son un entramado de corrupción. Leonel Fernández presentó los problemas con el desayuno escolar por la intoxicación de los niños, y ahora es que están haciendo licitaciones amañadas.
De acuerdo con los manifestantes, esta licitación tenía los «pliegos mal elaborados y lotes mal conformados».
Asimismo, aseguraron que el Inabie tampoco tomó en cuenta las unidades de transporte requeridas en la logística de preparación y distribución de las raciones alimenticias. Ni la cantidad de oferentes habilitados que resultaron perjudicados de esas decisiones.
Además, afirmaron que miles de suplidores que cumplían con los requisitos fueron eliminados del proceso injustamente. Mientras que varios de los ganadores de la licitación no los alcanzaban.
En el PLD se emitió la ley 340 que buscaba la democratización en las licitaciones y se priorizaba a las pequeñas y medianas empresas. Ante esa situación las grandes empresas y corporaciones que se habían beneficiado crearon otras empresas que las registraron como mipymes. Estas aparentar ser empresas particulares, pero responden a los mismos grupos.
Ellos licitan estos lotes y terminan beneficiando a los mismos grandes empresarios. Esta práctica la empezó el gobierno de Danilo y la han continuado gran parte de los funcionarios de este gobierno.
Aquí incluyen a las personas que financiaron la campaña y hasta los mismos incumbentes se están integrando al negocio. Ahora nos encontramos que un empresario que va a suplir una escuela en la Romana vive en Higüey o en Santiago.
El presidente Abinader no ha podido gobernar porque dentro de su propio partido se han dedicado a hacerle la oposición. El presidente debería destituir a todos esos funcionarios que no les permitan gobernar.
Creo que los cuatro años se le irán destituyendo funcionarios y solucionando escándalos tras escándalos. ¿Será que no quieren que el presidente Abinader salga bien de todo esto?
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.
