Las clases en las escuelas públicas volverán a ser impartidas a distancia y como se dice popularmente el gobierno recula de nuevo.
Esta medida está contemplada en el decreto 349-21 y es solo por una semana, mientras que los colegios podrán acogerse a la docencia semipresencial.
Estas medidas son parte de las directrices asumidas por el gobierno para enfrentar el rebrote de la Covid-19 a partir de este 02 de junio.
El sector público había abierto docencia semipresencial hace dos días y desde el demócrata habíamos señalado que era improcedente porque había un rebrote.
Hemos presentado varias razones por las que entendemos surge el rebrote como el hastío de la sociedad a más de un año en esta situación. También la vacuna no ha podido ser universal, la gente le teme y no quiere ir a los centros a vacunarse.
El irrespeto a las normas de distanciamiento social, por esa cultura de no tomarse en serio ni la vida, porque de eso se trata. Además la responsabilidad que recae sobre las autoridades del sistema de salud y educación.
Dijimos que esa decisión de regresar a clases semipresenciales a poco tiempo de concluir el año escolar obedecía a la presión ejercida por sectores empresariales. No tenía sentido regresar sobre todo porque muchos maestros se habían contagiado de la covid cuando debían asistir a las aulas aunque no hubiera estudiantes.
Todavía no se ha podido vacunar a los niños pues las vacunas que recibimos no son aptas para esas edades, será cuando llegue la Pfizer. Antes se pensaba que los niños no se contagiaban, pero se ha visto que no. Incluso hay niños de meses que han muerto por la covid-19, aunque no en el país, pero sí en Estados Unidos.
El gobierno parece que no toma conciencia. Cuando inició el año escolar a distancia se dispuso que los maestros debían estar en el aula. El hecho de que muchos debían trasladarse en transporte público conllevó a un contagio elevado de docentes. En un solo liceo de la capital se reportó 13 personas contagiadas del virus y hubo que cerrarlo.
Eso debió ser una voz de alerta pues, si los maestros que son adultos se estaban contagiando ¿qué le dejamos a los niños y adolescentes?
Es cierto que se vacunaron los maestros y se habló de vacunar las familias de los estudiantes, pero faltan los niños y adolescentes. Estos pueden convertirse en un foco de contagio para sus familias al tomar el riesgo diario de ir a la escuela.
Y nos preguntamos ¿por qué no esperar concluir la vacunación? ¿Por qué insistir en regresar si queda tan poco tiempo para terminar el año?
Según una encuesta de Visión Mundial el 63.5% de los padres con hijos siente que no están aprendiendo lo suficiente. Dicen que el modelo de educación a distancia y virtual no es efectivo. Todo eso lo entendemos, pero al mismo tiempo seguimos diciendo que es mejor terminar el año con este modelo y concluí el proceso de vacunación.
La lección que nos deja este rebrote y la posición de las autoridades es que las cosas no deben hacerse por presión de intereses.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.
