CIUDAD DE MÉXICO.– Decenas de activistas, incluidos jóvenes estudiantes, se congregaron frente a la embajada de Cuba en Ciudad de México para exigir justicia tras la muerte bajo custodia de la presa política cubana Yoleisy Oviedo Rodríguez.
Durante la manifestación pacífica, los asistentes también pidieron la liberación de otros prisioneros políticos de la isla, como Miguel Díaz Bauza y Loreto Hernández García. Con pancartas y consignas, subrayaron que la libertad de expresión no debería considerarse un delito en sociedades democráticas, y realizaron plegarias por un futuro sin represión en Cuba.
La protesta se enmarcó en la campaña internacional denominada ‘Comando Yoleisy Oviedo’, impulsada por la indignación generada por la muerte de la activista cubana. La iniciativa ha sumado acciones similares en Uruguay, Chile, Perú, Venezuela y El Salvador, donde también se han coreado consignas como “Cuba y Venezuela libres”, “Abajo la dictadura cubana” y “Justicia para Yoleisy”.
Una madre cubana, símbolo de represión
Yoleisy Oviedo Rodríguez, madre cubana de 44 años, fue arrestada en octubre de 2022 por participar en una manifestación pacífica contra los apagones eléctricos en Güines, Mayabeque. Condenada a cinco años de prisión, fue enviada al campamento de trabajo forzado El Guatao, en La Habana.
De acuerdo con denuncias, durante su reclusión sufrió problemas de salud que no habrían sido debidamente atendidos. Falleció bajo custodia el 11 de febrero de 2025.
La Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), presidida por Mariana Gómez del Campo, calificó el caso como un “crimen de Estado” y pidió la liberación de todos los presos políticos en Cuba.
Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos se refirió a la muerte como “un asesinato a manos de sus captores”, señalándola como evidencia del deterioro de los derechos humanos en las cárceles cubanas.
Durante la manifestación también se recordó el caso de Miguel Díaz Bauza, de 82 años, considerado uno de los presos políticos más antiguos del mundo, encarcelado desde 1994 por su participación en un intento de levantamiento.
Asimismo, se destacó la situación del sacerdote yoruba Loreto Hernández García, condenado a siete años de prisión tras las protestas del 11 de julio de 2021. Hernández padece múltiples enfermedades crónicas, y se ha denunciado la falta de atención médica y nutrición adecuada en su caso.
