En la República Dominicana, un 35 por ciento de la población, es decir, una de cada tres personas, podría presentar grasa en el hígado, una condición conocida como hígado graso. Este alarmante dato ha sido atribuido a una epidemia de obesidad derivada de los malos hábitos alimenticios y el consumo excesivo de alcohol.
La información fue proporcionada por dos destacados especialistas: el Dr. José Luis Calleja, jefe del servicio de Gastroenterología-Hepatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, y la Dra. Christie Perelló, gastroenteróloga y hepatóloga, directora de la Unidad de Hepatología del HOMS (Hospital Metropolitano de Santiago).
Según estos expertos, la prevalencia del hígado graso en la población dominicana es un reflejo de los cambios en el estilo de vida y la dieta en los últimos años. «El incremento de la obesidad está directamente relacionado con la aparición del hígado graso, una condición que puede evolucionar a enfermedades más graves como la cirrosis o el cáncer de hígado si no se trata adecuadamente», afirmó el Dr. Calleja.
La Dra. Perelló enfatizó la necesidad de adoptar medidas preventivas para combatir esta situación. «Es fundamental promover hábitos de vida saludables, que incluyan una dieta equilibrada y la reducción del consumo de alcohol, así como la práctica regular de ejercicio físico», recomendó la especialista.
El hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) es una condición en la que se acumula grasa en el hígado de personas que no consumen alcohol en exceso. Esta condición está fuertemente asociada con el síndrome metabólico, que incluye factores de riesgo como la obesidad, la diabetes tipo 2 y la hipertensión arterial. Por otro lado, el hígado graso alcohólico es resultado directo del consumo excesivo de alcohol.
La comunidad médica está instando a la población a realizarse chequeos regulares y a adoptar estilos de vida más saludables para prevenir y manejar esta condición. La detección temprana y la intervención oportuna pueden marcar la diferencia en la evolución de la enfermedad.
Con un tercio de la población en riesgo, los especialistas subrayan la urgencia de abordar esta epidemia de obesidad y sus complicaciones asociadas. La educación y la concienciación son claves para revertir esta tendencia y mejorar la salud hepática de los dominicanos.
