La empresa minera Barrick Gold informó que previo al corte de árboles en la zona de su operación, implementó un plan integral de manejo ambiental que incluyó acciones preventivas y correctivas orientadas a mitigar cualquier impacto sobre los recursos naturales del entorno.
Según la compañía, estas medidas forman parte de su compromiso con la sostenibilidad y el cumplimiento de la normativa ambiental vigente.
Desde el 8 de enero, los comunitarios del distrito municipal de Zambrana han reportado una presencia constante de militares y policías que, según ellos, facilitan el acceso de maquinaria pesada de la empresa a la zona. En respuesta, los residentes han organizado protestas, incluyendo la formación de barreras humanas para impedir el paso de los equipos de tala.
El sacerdote Nino Ramos ha denunciado públicamente la tala masiva de árboles, calificándola como una agresión directa a la naturaleza y a la seguridad hídrica de las comunidades rurales aledañas.
A pesar de las múltiples denuncias y manifestaciones, los comunitarios afirman que hasta el momento ninguna autoridad del Ministerio de Medio Ambiente ni de la fiscalía de Cotuí se ha presentado en la zona para abordar la situación.
La empresa Barrick Gold sostiene que las acciones forman parte de la construcción de infraestructura necesaria para sus operaciones y que se realizan en terrenos de su propiedad, cumpliendo con las normativas ambientales vigentes.
Este conflicto resalta la tensión entre el desarrollo de proyectos mineros y la preservación del medio ambiente, especialmente en áreas donde las comunidades locales dependen directamente de los recursos naturales para su subsistencia.