El 23 de septiembre de 2020, durante una sesión del Consejo Superior del Ministerio Público presidida por la Procuradora Miriam Germán Brito, a sugerencia del destituido ex inspector del Ministerio Público, Juan Medina, se resolvió cerrar la investigación del caso «Quirinito» apenas un mes después de la nueva gestión.
Pedro Castillo Paniagua, conocido como «Quirinito», ha sido un nombre recurrente en la opinión pública dominicana en los últimos cuatro años. Sobrino del infame ex narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo, Quirinito fue condenado a 30 años de prisión por narcotráfico y asesinato. Sin embargo, logró evadir la justicia, convirtiéndose en prófugo.
Según el acta del Consejo Superior del Ministerio Público, durante la sesión extraordinaria del 23 de septiembre de 2020, se aprobó la propuesta de Juan Medina de cerrar la investigación. Medina, en su informe, argumentó que era «materialmente imposible proseguir la etapa de investigación, en virtud de que los elementos de prueba resultan insuficientes para dar apertura de causa, señalando que Quirinito no ha podido ser localizado».
El Consejo Superior, presidido por la Magistrada Germán Brito, acogió la propuesta de Medina y resolvió dejar sin efecto la investigación, reincorporando a sus funciones a los fiscales Felipe de Jesús Restituyo y José Calasanz Morel. Ambos fiscales, cercanos a Germán Brito, habían estado bajo investigación en relación con el caso.
Esta decisión ha levantado numerosas interrogantes sobre la transparencia y la efectividad del Ministerio Público en la persecución del crimen organizado y el narcotráfico en el país. La influencia de figuras clave como Juan Medina y la reactivación de fiscales bajo sospecha añaden una capa de complejidad y escepticismo a un caso ya de por sí escandaloso.
Mientras tanto, la figura de Quirinito continúa siendo un símbolo de la impunidad y la corrupción que afecta al sistema judicial del país.
