Por: Yolaine Vásquez
SANTO DOMINGO.-Durante el sábado Santo, la playa de Boca Chica mostró una afluencia moderada y controlada de vacacionistas, en un ambiente de tranquilidad y cumplimiento de normas. Sin embargo, comerciantes de la zona manifestaron su preocupación por las bajas ventas y las restricciones impuestas durante el operativo de Semana Santa.
“Las personas van llegando poco a poco, y hay un buen control por parte de quienes cuidan el área. Todo está bajo las reglas: no se vende alcohol, ni se permite el uso de drogas”, afirmó Yudisely, propietaria de un pequeño negocio en la playa. Aunque reconoció que las ventas presentan altibajos, valoró el orden que se ha mantenido.
En contraste, la vendedora ambulante Ramonita Caché, denunció que las medidas de seguridad han afectado la economía local. “Aquí no hay nada. Los visitantes los están desviando para Juan Dolio. Boca Chica es la mejor playa del país y la están debilitando. Tenemos mercancía comprada con dinero prestado y no se está vendiendo nada”, expresó con frustración.
Los comerciantes hicieron un llamado a las autoridades para que en futuros operativos se tomen en cuenta las necesidades del comercio local, flexibilizando algunas restricciones que, según indican, han reducido el flujo de clientes.
Mientras tanto, la jornada del sábado transcurre en relativa calma y bajo estricta supervisión de las fuerzas del orden.