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Santo Domingo. – La Escuela María Lajara Henríquez, ubicada en una zona montañosa de la ciudad, ilustra la situación precaria de algunos colegios en el país, a pesar de destinar el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación.
«Estamos para salir corriendo porque la escuela está en muy mal estado», dijo el profesor Leandro de la Cruz a EFE bajo una lona azul, el improvisado techo al aire libre utilizado para dar clase ante la imposibilidad de que los trece alumnos del centro entren en el edificio por el riesgo de derrumbe.
Aprovechando el día soleado después de varios días de lluvia que impidieron que los niños asistieran a la escuela debido a la lona que se hundió y a los charcos en el camino que dificultaron el acceso, es sorprendente ver la concentración de los alumnos mientras el profesor les enseña fracciones en Matemáticas en estas circunstancias.
De acuerdo a la información proporcionada por el Ministerio de Educación a EFE, una evaluación técnica determinó que esta escuela no reúne las condiciones necesarias para impartir clases. En respuesta, el Ministerio se ha comprometido a remodelarla antes del inicio del próximo curso. Estas obras incluirán la demolición del edificio existente y la construcción de dos aulas nuevas y un baño adecuado.
