Home » Ultimas Noticias » Diferencias en las toma de posesión de Abinader y Leonel: Protocolo, diplomacia y tradición

Diferencias en las toma de posesión de Abinader y Leonel: Protocolo, diplomacia y tradición

por La redacción

Por Lauren Sepúlveda

SANTO DOMINGO.- Las ceremonias de juramentación presidencial en la República Dominicana han sido eventos cargados de simbolismo, diplomacia y protocolo. Sin embargo, tanto la toma de posesión de Luis Abinader en 2024 como la de Leonel Fernández en 2004 presentan diferencias en sus respectivos contextos, en el número de asistentes internacionales, en la logística del evento y en la atmósfera que envolvió cada ceremonia.

La juramentación de Luis Abinader para su segundo mandato contó con la asistencia de alrededor de diez jefes de Estado y de Gobierno, entre los que destacaron el rey Felipe VI de España, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, y el primer ministro de Bahamas, Philip Edward Davis. 

La representación fue principalmente regional, lo que reflejó el enfoque más pragmático y diplomático de la administración de Abinader. 

Fue notorio, con la presencia de líderes latinoamericanos y caribeños, la importancia de mantener relaciones sólidas en la región, además de fortalecer la cooperación en temas como el comercio y la movilidad.

Sin embargo,  realizando un traslado a la toma de posesión de Leonel Fernández en su segundo mandato, tuvo un perfil internacional más amplio. Asistieron más de 20 jefes de Estado y de Gobierno, incluidos mandatarios de Brasil, Colombia y Panamá, además del príncipe de Asturias y Felipe VI, quien regresó 20 años después para la ceremonia de Luis Abinader. 

Fernández, que había llegado al poder después de una crisis política y económica bajo la administración de Hipólito Mejía, recibió una muestra de apoyo internacional, especialmente de países de América Latina y Europa, lo que reforzó la confianza en su capacidad para restaurar la estabilidad y el crecimiento en el país.

Protocolo y lugar de la ceremonia

La actual ceremonia de Abinader incluyó un cambio logístico importante al trasladarse del Salón de la Asamblea Nacional al Teatro Nacional Eduardo Brito. Este traslado respondió a la necesidad de acomodar un mayor número de invitados, ya que el Teatro Nacional tiene una capacidad que dobla la del Congreso Nacional, según justificó el mandatario. 

Sin embargo, el cambio generó cierta controversia, ya que se apartaba del lugar tradicional estipulado en el Reglamento para la Asamblea Nacional. 

A pesar de la polémica, el traslado permitió una mayor flexibilidad en la organización del evento, acomodando no solo a los legisladores que se juramentaban ese día, sino también a los invitados internacionales.

En contraste, la ceremonia de Fernández 20 años atrás, siguió las normas tradicionales y se celebró en el Palacio del Congreso Nacional. El evento estuvo marcado por una solemnidad más clásica y respetuosa del protocolo, destacando la presencia de un amplio dispositivo militar para asegurar la seguridad de los mandatarios asistentes. 

La seguridad fue rigurosa, con helicópteros sobrevolando la capital y buques de la Marina patrullando las costas cercanas al Congreso. La ceremonia en el Congreso mantuvo el ambiente formal y protocolario, con un «Te Deum» religioso en la Basílica Catedral Metropolitana, reafirmando la conexión entre la fe, la tradición y el poder en la vida pública dominicana.

Vestimenta

Mientras que el ambiente de la toma de posesión de Abinader fue de modernidad y sobriedad. El presidente y su esposa Raquel Arbaje optaron por vestimenta tradicional pero austera: el mandatario lucía un traje clásico, mientras que la primera dama eligió un vestido elegante pero discreto. 

El evento en el Teatro Nacional permitió un espacio más amplio y moderno, en contraposición con la solemnidad del Congreso Nacional, lo que facilitó una celebración más dinámica y menos encorsetada.

En 2004, la ceremonia de Fernández fue más ostentosa. El presidente lució un traje formal, símbolo de la importancia del evento, mientras que Margarita Cedeño, la primera dama, destacó con un vestido acorde con el alto perfil internacional del evento.

Esta se llevo a cabo en un ambiente de formalidad, con el Congreso decorado para la ocasión, lo que subrayaba el retorno de Fernández al poder tras una contienda política compleja. 

Ambos actos de toma de posesión, aunque similares en sus elementos de protocolo y diplomacia, reflejaron dos momentos distintos en la historia política de la República Dominicana. 

Finalmente, la juramentación de Luis Abinader en su segundo mandato simbolizó la continuidad y la modernización en un contexto de estabilidad, mientras que la de Leonel Fernández representó la renovación y el regreso de un líder que se enfrentaba al desafío de restaurar un país afectado por una crisis.

También le puede interesar

El Demócrata Multimedia es una plataforma de análisis social y político, única en su género a nivel de República Dominicana y la región, inspirada en los valores de la libertad de expresión, la independencia y la credibilidad como ejes fundamentales de nuestro proyecto.

Boletín de noticias

Suscríbete a mi Newsletter para recibir nuevos posts, consejos y fotos. ¡Mantengámonos al día!

Últimas Noticias