El presidente del Perú, Pedro Castillo, quien apenas cumplirá ocho meses en el cargo, enfrenta la posibilidad de ser destituido por “incapacidad moral permanente”. Esto tras una moción aprobada por el Congreso peruano que se debatirá el 28 de marzo. Es la segunda moción de destitución contra Castillo presentada en menos de tres meses. La primera fue a fines del año pasado, pero no prosperó por falta de votos.
En enero de este año, la fiscalía general de Perú abrió una investigación preliminar al presidente Castillo por tráfico de influencias agravado y colusión. Por tener indicios que el mandatario habría intervenido “indirectamente” en dos contrataciones estatales millonarias, y también por su supuesta injerencia en los ascensos militares.
La bancada opositora, que impulsó la moción de vacancia, la justifica sosteniendo que Castillo habría incurrido en presuntos delitos de fraude procesal y falsedad. Además, señalaron las contradicciones del mandatario durante la investigación.
Castillo se presentará ante el pleno del Congreso del Perú a las 5 de la tarde (hora peruana) para dirigir un mensaje. El Legislativo ha solicitado al mandatario que no se refiera a la moción en su contra ni los cargos contenidos en ella. Pues ya está programado un debate sobre la misma. Ante esta petición el abogado de Castillo respondió diciendo que no se puede limitar la libertad de expresión del presidente.
La presidencia del izquierdista Pedro Castillo es controversial desde su inauguración en Julio 2021. En menos de ocho meses ha tenido cuatro gabinetes ministeriales, el últimos de los cuales espera el voto de confianza del Congreso. El mismo que está a punto de debatir la salida del presidente.
En el Perú, para que un presidente sea relegado de sus funciones bajo la fórmula de la incapacidad moral permanente, la moción de vacancia debe obtener al menos 87 a favor de los 130 votos del Congreso.
En los últimos años se ha vuelto casi una costumbre en el Perú destituir presidentes. Antes de que Castillo asumiera la presidencia en Julio 2021, tras ser electo en una controvertida segunda vuelta, el Perú sufrió una crisis política. Que lo llevó a tener hasta tres presidentes en una semana.
Recordemos. El entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski renunció en marzo del 2018 acorralado por denuncias de corrupción y un proceso de vacancia en su contra. Kuczynski duró solo 20 meses a cargo del Perú, donde el período constitucional es de cinco años. Asumió su entonces vicepresidente, Martín Vizcarra.
Sin embargo, Vizcarra tampoco pudo concluir el período de su antecesor, pues fue vacado en noviembre del 2020 por “incapacidad moral permanente”. 105 votos a favor y 19 en contra en el Congreso, tras ser acusado de recibir pagos ilegales por 2,3 millones de soles. Esto cuando ejercía como gobernador de la Región Moquegua al sur del país. Vizcarra enfrentaba por segunda vez el pedido de vacancia. El primero, como en el caso de Castillo, no obtuvo los votos necesarios para proceder.
La salida de Vizcarra sumió al Perú en un caos con protestas en las calles y se reflejó en la coyuntura política. El país tuvo tres presidentes en una semana: el depuesto Vizcarra, luego el entonces presidente del Congreso, Manuel Merino. Quien solo duró seis días en el cargo por la escalada violenta de las protestas callejeras. Finalmente, el Congreso nombró al parlamentario Francisco Sagasti, como presidente interino del Perú.
Sagasti concluyó su corto encargo presidencial entregando el poder a Pedro Castillo, quien ahora también está en la cuerda floja. Tal parece que es la corrupción el cáncer que mina constantemente la estabilidad del Ejecutivo peruano. Por ende, está lejos de ser el reflejo de la vida democrática que los peruanos esperan.
Por: José Andreu Figueroa, Miami, Florida.
