El tema de la pandemia ha afectado todos los indicadores socioeconómicos no solo de la República Dominicana, sino de las Américas.
En el caso específico nuestro hemos experimentados múltiples carencias porque la pandemia nos adelantó a un tiempo que todavía no estábamos preparados. Esta situación permitió que afloraran las verdaderas inequidades sociales, exponiendo el rostro de la pobreza con una crudeza que no habíamos visto.
Sin bien nos invitó a ser resilientes e innovar, también nos enseñó hasta qué punto la brecha digital es tan real como el hambre misma. República Dominicana decidió, para no salvar el año escolar, realizar un esfuerzo y elaborar un plan educativo que denominó: Aprendemos en Casa Preservando la Salud.
Este plan contempló la educación a distancia, virtual y en casa debido al confinamiento que impuso la covid-19. En un país con altos niveles de desigualdad, este plan no pudo llegar a todos los hogares como se había pensado.
La situación provocó deserción no solo por falta de televisor en muchos hogares, sino porque no impactó el entusiasmo de los niños, niñas y sus padres.
El estudio preliminar realizado por EDUCA revela que en el país desertaron al menos 20,000 niños(as) y adolescentes. Esto desde el inicio de la pandemia de COVID-19, lo que representa un 1.30% de la matrícula general del sistema público.
El levantamiento refiere que no están matriculados, pero estudian en casa o salas de tareas un 1.55%. Y los que estudiaban antes de la pandemia pero ya no, representan el 1.30%, aproximadamente.
El abandono escolar es uno de los indicadores de eficiencia interna que debe ejercer mayor preocupación a las autoridades educativas. Esto lo decimos porque los demás indicadores como la promoción, la repitencia, o sobreedad garantizan la permanencia del estudiante. O sea para que ella promoción debe haber permanencia, pero la deserción expone al niño y la niña a todo tipo de riesgo social.
¿Cuál es el desafío para el inicio del próximo año escolar?, según la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) será la nivelación de los estudiantes. Según el Banco Mundial, AL y el Caribe podría ser la segunda región con el mayor crecimiento absoluto en el indicador de pobreza de aprendizaje.
Esto significa que en la planificación del año escolar, se debe tomar en cuenta estas estimaciones, sobre todo la nivelación de los estudiantes. En el pasado año escolar el Ministerio de Educación tomó la decisión de promover a todos los estudiantes, ahora la ADP está sugiriendo lo mismo.
Pensamos que esta no es una salida viable, pues no se trata de que los estudiantes aprueben un curso con lagunas. No es bueno repetir ese método, sino iniciar el año escolar con la nivelación y luego determinar quienes pueden aprobar el curso.
Si se quiere luego de evaluar la situación del estudiante y ayudarlo a corregir sus debilidades puede aprobar el curso con las competencias requeridas.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.