El Papa Francisco reafirma compromiso de apoyar a víctimas de abusos sexuales del clero en su visita a Bélgica

BÉLGICA.- Durante su visita a Bélgica, el Papa Francisco reiteró su compromiso de brindar ayuda a las víctimas de abusos sexuales por parte del clero, luego de escuchar de primera mano los desgarradores testimonios de aquellos cuyas vidas fueron profundamente afectadas. El pontífice aseguró que la Iglesia ofrecerá «toda la ayuda posible» para que las víctimas puedan sanar tanto emocional como económicamente, tras décadas de encubrimiento y silenciamiento.

El viernes, Francisco sostuvo una reunión privada de más de dos horas con 17 sobrevivientes de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Estos pidieron a la Iglesia reparaciones económicas para cubrir las terapias que muchos de ellos aún necesitan, además de justicia por los crímenes cometidos.

Uno de los sobrevivientes, Koen Van Sumere, compartió su experiencia con la prensa, expresando la devastación que los abusos han dejado en muchas vidas: «Algunos, como yo, hemos podido seguir adelante. Pero hay muchas personas que siguen arruinadas y necesitan ayuda urgente». Aunque se mostró esperanzado tras la reunión con el Papa, Van Sumere dejó claro que está a la espera de acciones concretas.

El sábado, en un encuentro con sacerdotes y monjas en la basílica de Koekelberg, Francisco admitió que los abusos han provocado «sufrimientos atroces» y una pérdida de fe en la Iglesia. Reconoció que el abuso de poder ha sido una raíz del problema, y subrayó la importancia de actuar con misericordia y cercanía hacia las víctimas.

«Es necesario tener un corazón que no se endurezca ante el sufrimiento de las víctimas», declaró el pontífice. Además, instó a la Iglesia a transformarse en una institución más humilde y servicial, comprometida con la justicia y la sanación de quienes han sufrido.

Además de los encuentros relacionados con los abusos, la jornada del sábado comenzó con un gesto simbólico: el Papa compartió un desayuno de café y cruasanes con 10 personas sin hogar y migrantes que reciben apoyo de la parroquia de San Gilles, en Bruselas. Durante el desayuno, que tuvo lugar en la misma parroquia, le contaron sus historias y le obsequiaron botellas de «La Biche Saint Gilles», una cerveza artesanal cuyos beneficios se destinan a obras de caridad.

«Gracias por el regalo y por sus historias», expresó el Papa, recordando que la verdadera riqueza de la Iglesia reside en cuidar a los más vulnerables. Francisco subrayó que la belleza de la Iglesia se encuentra en su capacidad de servirse con amor y humildad.

Este encuentro fue dirigido por Marie-Françoise Boveroulle, vicaria episcopal adjunta de la diócesis, una mujer en un puesto tradicionalmente ocupado por hombres, lo que refuerza el mensaje de apertura del Papa hacia un mayor papel de las mujeres en la Iglesia.

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