Nuestra historia está llena de testimonios de jóvenes cuya sangre abonaron esta tierra con el fertilizante marchito de su lozanía.
Cuando contrastamos el papel de estos jóvenes con lo que está sucediendo en la actualidad con el Ministerio de la Juventud nos entristece.
Sobre la juventud siempre ha existido el estigma de que no tienen experiencia y no saben hacer las cosas, por eso les dan pocas oportunidades. Incluso la ley de partidos le atribuye un 10% de participación a la juventud a pesar de ser mayoría poblacional.
En el gobierno que se inició en apenas 15 meses ya se han destituido dos Ministras de la Juventud acusadas de corrupción. La juventud no puede llegar a los puestos a base de sacrificios para luego dilapidar el poder que van ganando.
No es de esta manera que lograrán se les tome en cuenta cuando terminan reproduciendo lo mismo que se les critica a los adultos.
La destitución de esta Ministra se une a un rosario de malas prácticas que históricamente han normado en ese Ministerio. Entendemos que estos actos bochornosos no representan el accionar de la juventud dominicana, pero esta coyuntura debe ser aprovechada para acoger nuestra propuesta.
Desde hace un tiempo en el Demócrata sugerimos la eliminación de ese Ministerio por entender que está de más. Lo que se debe hacer es que en cada Ministerio que tiene en su haber algún programa con jóvenes crear las unidades de juventud.
El presupuesto asignado a este Ministerio sea redistribuido poniendo principal interés en el Ministerio de Deportes para incentivar los atletas de alto nivel. De igual manera que en los ayuntamientos cumplan con lo establecido en la ley de la juventud de crear unidades de trabajos con jóvenes.
Si existen estas unidades no sería necesario un Ministerio que hasta la fecha solo ha servido para justificar nóminas y corrupción. No se vaya a pensar que lo visto ahora es exclusivo de este gobierno, la diferencia reside en que ahora no los callan.
También hay que darle el mérito al presidente Abinader que va tomando las medidas de lugar en cuanto aparecen estos casos. Lo que entendemos hace falta es que, en la medida que se van destituyendo, también se pongan a disposición de la justicia.
Que no se observe solamente la persecución del PLD, sino de la corrupción en todos sus niveles y partidos.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.