Ha sido un tema de debates y críticas las pensiones que se van otorgando a artistas y personas de los medios de comunicación. El tema ha salido a colación luego que se diera a conocer que el Presidente Luis Abinader concedió una pensión de 70 mil pesos a Fefita la Grande.
Posteriormente Fefita negó que le hayan asignado dicha pensión pese a que existe el decreto 53-21 que le acredita esta pensión. En este orden el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo dijo que aún no le ha llegado la pensión porque está en procesos administrativos.
Cuando inició la pandemia Fefita le solicitó al presidente Abinader una pensión porque, según sus palabras, ella había producido dinero para subsistir, no para ahorrar. En ese entonces la pasada Ministra de Cultura Carmen Heredia le hizo la solicitud al presidente y este se la concedió mediante el decreto citado.
A raíz de este caso han salido otras pensiones otorgadas por el presidente Abinader en apenas dos años de gobiernos.
Es una facultad del presidente otorgar una pensión a cualquier ciudadano ya sea por vejez, fallecimiento, discapacidad, cesantía en edad avanzada y sobrevivencia. Esto está consignado en la ley 87-01 del Sistema de Seguridad Social, ahora el sistema de pensiones.
De acuerdo a esta normativa no debería causar tanta polémica las pensiones otorgadas a figuras del mundo artístico nacional, pues la mayoría llena estos requisitos. Sin embargo, en redes sociales no todos aprueban los montos destinados y las personas beneficiadas.
Los artistas hasta el momento en cuestión son Fefita la Grande con 70 mil pesos y Wilfredo Alemany con 75 mil. La cantante Vickiana con 69 mil pesos, la viuda del merenguero Jhonny Ventura con 75 mil pesos y a Niní Caffaro con 160 mil pesos.
Pienso que el criterio a tomar en cuenta para una pensión es quien más la necesita, no a personas que hayan administrado millones de pesos. Reconocemos que los artistas son marcas país pues con su arte recorren el mundo y nos dan a conocer y ese es un buen aporte.
El problema es que las pensiones que asigna el presidente no lo hace con su dinero particular, sino con el dinero del pueblo.
¿Está Fefita, o cualquiera de los beneficiarios, en tan mala condición económica que necesita una pensión del gobierno para terminar de vivir su vida?
Los partidos políticos, cuando están en campaña crean los denominados frentes de apoyo al candidato. Entre los tantos frentes que se forman está el de artistas, personas que una vez gana el partido les toman en cuenta para tocar fiestas. También se les dan nombramientos en el Ministerio de Cultura entre otras prerrogativas.
Por eso una de las responsabilidades que asume quien represente a los artistas es el de gestionar pensiones para ellos. Pero existe un problema en todo esto: los artistas se las pasan haciendo alarde de sus fortunas, llevando vidas por encima de sus posibilidades.
En el mundo del arte se vive de apariencia, de lujos innecesarios. Por eso la sociedad no asimila de buena manera cuando se les otorgan estos privilegios.
El rechazo de la sociedad se legitima cuando vemos personas con años exigiendo una mísera pensión quizá de 5 mil pesos y no la obtienen.
Esto se convierte en un problema de discriminación cuando una parte de la población pide apenas un 30% de los fondos “ahorrados” en una AFP.
Por eso decimos que en el mundo de las pensiones el que llega al presidente es rey. Aunque se dice que para el Estado todos somos iguales, es evidente que existen unos más iguales que otros.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.
