Ante la nueva ola de contagios de la variante Delta del coronavirus en todo el país, el presidente Joe Biden, evalúa hacer obligatoria la vacunación.
Según algunos medios la medida sería anunciada esta misma semana. También pruebas periódicas y estímulos para lograr mayor cantidad de personas inmunizadas contra el COVID.
«Si no estás vacunado, no eres tan inteligente como piensas», declaró Biden al visitar la oficina del Director de Inteligencia Nacional en Virginia. El mandatario se hizo eco de la preocupación de las autoridades de salud, que ya recomendaron el uso de mascarillas para vacunados en lugares cerrados. Ciudades como Nueva York y el estado de California planean implementar en agosto la vacunación obligatoria para sus empleados, y pruebas semanales para descartar contagios.
Biden culpó a quienes no quieren vacunarse de que la pandemia no haya sido derrotada aún. El presidente dijo que si los que aún no se han vacunado lo hicieran, “estaríamos en un mundo muy diferente”. El ritmo de vacunación en Estados Unidos está mucho más lento. Solo el 49.1% de la población ha sido vacunada, según cifras del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, (CDC) por sus siglas en inglés.
La posibilidad de exigir la vacunación de sus empleados pareciera no ser tan fácil pues empresas privadas y agencias federales prefirieron investigar. Esto lo han dicho funcionarios del Departamento de Justicia pues quieren saber cuál es el respaldo legal con el que cuentan para fomentar la vacunación.
Los expertos temen que la altamente transmisible variante Delta, que se expande más entre la población no vacunada, derive en nuevas cepas del virus. Además temen que sean resistentes a las vacunas actuales.
En pocas palabras, los estadounidenses que no se quieren vacunar, no solo se exponen a los severos síntomas del COVID Delta. También ponen en riesgo el nivel de inmunidad alcanzada por los ya vacunados.
En los estados de Florida y Arkansas todos los condados fueron declarados como de alto riesgo de transmisión de la enfermedad según el CDC.
Florida, con 67 condados, reportó un promedio de 10,452 nuevos casos diarios durante la semana pasada. Es decir, más del triple del promedio diario de hace dos semanas, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Florida registró cerca de 49 casos por cada 100,000 habitantes. Casi tres veces el promedio nacional de 16 nuevos casos por cada 100,000 personas.
El número de muertes por COVID en Florida la semana pasada también fue uno de los más altos del país con 282 fallecidos. El sexto promedio más alto en el país. Solo el 48.5 por ciento de la población de Florida está completamente vacunada.
En los 75 condados del estado de Arkansas se reportaron 11,748 nuevos casos y 56 muertes la semana pasada. Esta información la ofreció el Centro de Coronavirus Johns Hopkins. El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, dijo que la alta tasa de contagios se debe al bajo porcentaje de vacunados. En Arkansas solo el 36 por ciento de la población está vacunado contra el coronavirus.
En 48 estados de la unión americana el promedio de nuevos casos de coronavirus saltó 10 por ciento la semana pasada en comparación con la semana anterior. En 34 de esos estados, el promedio se incrementó en más del 50 por ciento, según la Universidad Johns Hopkins.
Por José Andreu Figueroa. Miami, Florida, para el Demócrata.
