Por Francisco Tavárez
Las recientes declaraciones de Amnistía Internacional, en las que acusan a la República Dominicana de racismo, forman parte de una campaña recurrente para desacreditar al país. Estas afirmaciones ignoran la realidad de una nación que ha sido históricamente solidaria con el pueblo haitiano, ofreciendo ayuda humanitaria, oportunidades y apoyo en múltiples crisis.
La República Dominicana defiende su soberanía y rechaza cualquier intento de manipulación o tergiversación de los hechos. En lugar de difamaciones infundadas, invitamos a la comunidad internacional a analizar con objetividad la realidad en la isla y a reconocer los esfuerzos que hemos realizado para garantizar el respeto a los derechos humanos dentro de nuestro marco legal.
No permitiremos que se distorsione nuestra imagen con falsas acusaciones. Exigimos un debate basado en datos verificables y en el respeto mutuo. La verdad y la justicia deben prevalecer sobre la desinformación.