La Procuradora General de la República habla poco, pero cuando lo hace genera muchos titulares. Precisamente ha aprovechado un escenario internacional para hablar del peligro que corren los fiscales que se dedican a enfrentar la corrupción.
Al participar en XIX Asamblea General de Ministerio Público en Colombia dijo que ella está consciente el peligro que supone ejercer como fiscal. Y a su vez enfrentar mafias criminales peligrosas.
Dijo que resultan alarmantes los casos de crímenes que se cometen contra fiscales por el simple hecho de realizar su trabajo. En un contexto cada vez más complejo como el que se vive en la actualidad.
Nosotros tenemos en el país un clima de cierta estabilidad en lo concerniente a crímenes de Estado, pero se debe redoblar la seguridad de ellos.
Por primera vez se vinculan familias poderosas que nunca antes la habían mencionado, no porque no robaran, sino porque el sistema las protege. Familias que diseñan y envían orden de quién será senador, diputado, que financian a los políticos, que controlan las compras y contrataciones.
En fin, familias que se han repartido el poder durante años y entonces por primera vez son mencionados en casos de corrupción. Entonces tenemos una Miriam Germán, Yeni Berenice, Wilson Camacho haciendo su trabajo y un presidente que dice que no depende de él.
De manera que las palabras de Miriam Germán son un llamado a las autoridades políticas. Yo no creo que le haga bien al proceso que se está viviendo en RD que se deje a su suerte a Yeni Berenice, Wilson Camacho y doña Miriam.
Porque aquí hemos estado acostumbrados a las llamadas de presidentes, a procuradores y figuras de poder e influencia. Por ejemplo, se recuerda cuando Virgilio Bello Rosa le renunció a Hipólito Mejía por ponerle presión.
Tener una procuradora que no le coge línea a ningún poder político o económico la coloca en una situación de peligro. Y esto también se extiende a los jueces y fiscales.
¿Debería o no reforzarse la seguridad de Yeni, Wilson y doña Miriam? ¿No estamos subestimando en RD todo esto?
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.