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Impacto de la tecnología en el mercado laboral

Dentro del campo de servicios quiero enfocarme en el cambio que han dado dos sectores: los taxistas y deliverys. En marzo del 2020, cuando los países empezaron a disponer de medidas de confinamiento que incluyeron el teletrabajo, se empezó a vislumbrar el impacto de la economía digital. Ahora las personas piden más comida por plataformas en línea así como servicios de transporte como una manera de cuidarse más.

Algunos organismos internacionales ya se han referido a las ventajas que tienen estas aplicacioners para conectar a las empresas y los clientes con personas que se dedican al reparto y ofrecer transporte, hecho que incidirá enormemente en el futuro de cara al trabajo.

Según el estudio Perspectivas Sociales y el Empleo, realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en los países en desarrollo los sectores registrados como los taxis y del reparto basados en aplicaciones digitales tienden cada vez a ser mayores que los sectores tradicionales.

El estudio refiere que los ingresos por hora de los taxistas y los repartidores digitales varían bastante en algunos países y tienden a ser más elevados que los de otros sectores tradicionales, por ejemplo el sector del taxi en particular tiene la plataforma que son capaces de prestar servicios a los clientes a bajo costo lo que amplía el margen del negocio.

Uber, que ya venía siendo una realidad, se ha impuesto en la mayoría de los países, incluso en República Dominicana, en la zona norte, en Punta Cana y Bávaro, específicamente, donde se ha generado un gran rechazo. Hoy no se puede hablar de una marca país presentando resistencia al uso de plataformas como Uber para la movilidad.

Hasta hace también unos meses, antes de la llegada de la pandemia, algunas empresas habían comenzado a usar Uber en el plano de mensajería motorizada y para entrega de la cadena de suministro por considerarlo más económico.

Tener un servicio de delivery para muchas pequeñas empresas era incosteable, pero gracias a Uber motors se ha logrado deslocalizar la capacidad de entrega y expansión de un gran número de pequeñas empresas que han montado su plataforma en el uso de la digitalización.

Dentro de los aspectos a mejorar hay varios, porque el teletrabajo no escapa a la generación de las mismas situaciones que sucedían en el modelo tradicional. Por ejemplo, la mayoría de los conductores y repartidores de estas plataformas trabajan jornadas largas y de alta intensidad. En promedio trabajan entre 59 y 65 horas semanales.

Una elevada proporción de conductores y repartidores entre el 79% y el 74% respectivamente mencionó que sufría algún grado de estrés asociado al trabajo provocado, entre otras cosas, por la congestion del tránsito, la poca  remuneración, la falta de pedidos o clientes y la excesiva duración de las jornadas laborales y la presión de conducir rápido.

Otro aspecto a tomar en cuenta es la discriminación, la explotación y la falta de calidad del pago. Es un gran desafío porque queda demostrado que el paso a lo digital no necesariamente crea mejores condiciones laborales aunque el tránsito de un modelo a otro sea irreversible.

Por: Francisco Tavárez, el Demócrata