El mundo asiste a otro episodio de violencia entre Israel y Palestina, explicar su origen es complejo, pero trataremos de hacerlo.
Los historiadores afirman que no hay historia sin enemigos porque los hechos se van construyendo sobre la base de la confrontación y el conflicto, pero la sociedad no suele interpretar la realidad con esa pasividad y construyendo un discurso paralelo basado en el amor y la reconciliación, cosa que lo escuchan de las religiones por eso ven como un contrasentido que la enemistad eterna de dos naciones se origine en un conflicto precisamente religioso.
Las religiones surgen con la intención de unir de hecho las religiones están cimentadas sobre una base moral y precisamente las que tienen como origen a Abraham tienen un fundamento ético de no matar.
Por eso mucha gente no entiende y censura estos brotes de violencia que surgen entre Israel y Palestina cada cierto tiempo como está ocurriendo en la actualidad.
Lamentablemente sigue recrudeciéndose como el eterno retorno un conflicto que ya es cultural, étnico, religioso que nos dice a occidente que muchas veces las reconciliaciones no son posibles por más que se intenten.
Cuando Palestina e Israel libraron la batalla de los seis días, en 1967, este último terminó conquistando parte de la zona oriental de Jerusalén y en cada aniversario en que conmemoran este hecho los israelitas realizan una marcha conocida como la marcha de la bandera y recorren parte de la ciudad izando la bandera de su país y vociferando consignas patrióticas, cosa que muchos palestinos ven como una provocación.
En esta ocasión coincidían dos eventos: la marcha de la bandera, pero también una serie de desalojos en la parte este de Jerusalén que los israelitas adicionaron a su territorio lo que conlleva al desalojo de palestinos que viven en esa zona. Estos hechos provocaron un enfrentamiento en las afueras de la mezquita de Al Aqsa, un lugar sagrado de los palestinos que dejó un saldo de unos 300 ciudadanos palestinos heridos y esto a su vez provocó la reacción del movimiento armado Hamás.
En lo que va de conflicto al menos 20 palestinos han muerto, entre ellos, nueve niños, y 65 heridos en los ataques aéreos de Israel sobre la Franja de Gaza en respuesta al lanzamiento de proyectiles de Hamás.
Como dijimos las religiones surgen con el propósito de unir, pero hoy el punto de referencia es precisamente la división que les enfrenta quitándose la vida con hechos violentos, lamentablemente múltiples heridos, entre ellos niños que nada tienen que ver y que no entienden la razón de estos conflictos adultos, pero esto también afecta al turismo y las consecuencias son críticas.
El marketing de la guerra nos muestra solamente la parte del conflicto, pero sabemos que en estos dos pueblos también existen grupos que promueven la convivencia pacífica y la paz. Ojalá que en algún momento de la historia reciente se pueda ver un punto de avenencia que vaya más allá de las diferencias y que pueda crear un puente para el entendimiento entre estos pueblos hermanos que comparten territorio incluso las creencias pero que radicalismos han logrado acentuar el odio en una lucha que a fin de cuentas no gana nadie.
Ojalá podamos superar de alguna manera y que podamos aportarle desde cualquier parte del mundo los argumentos que los propios líderes de estos pueblos no han logrado construir. Estamos atentos y, sobre todo, orando y con fe para que pueda darse un espacio por lo menos de paz una vez más entre estos pueblos hermanos.
Por: Francisco Tavarez, el Demócrata
