Jean Alain está preocupado porque en el danilismo empiezan a verlo como el responsable de la desgracia que está viviendo el PLD con los apresamientos.
Danilo Medina no le perdona a Jean Alain que no lo haya asesorado adecuadamente ni lo haya blindado. Entiende que lo acontecido con su familia y colaboradores cercanos ocurre por los cabos sueltos dejados por el ex procurador.
La figura del procurador en los gobiernos del PLD asumía la responsabilidad del blindaje de la corrupción.
Un ejemplo que tenemos respecto a esto fue el papel jugado por Domínguez Brito cuando sometió a la justicia a Felix Bautista y Diandino Peña.
Se instrumentaron unos expedientes y el ex procurador entendió que se llevaría a la cárcel a estos corruptos, pero ese no era el objetivo.
En derecho una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo delito. De manera que simplemente se trataba de fabricar un juicio que terminaría en el archivo de los expedientes.
Esto conllevó a que, posteriormente, Domínguez Brito tuviera diferencias con Danilo Medina pues intentó cambiar el libreto. Lo que Danilo esperaba de Jean Alain era que garantizara el blindaje de todos los peledeístas, pero no fue así. Ni siquiera el expediente de Odebrecht pudo instrumentarlo con tiempo.
Cuando Jean Alain se vio con todos los expedientes en sus manos lo que hizo fue lo contrario. Entendió que tenía más poder de la cuenta y comenzó, incluso, a chantajear a los funcionarios.
No tomaba llamadas telefónicas a no ser que vinieran directamente del presidente de la República.
¿Hacia dónde va esta guerra?
Con la salida del poder Jean Alain sufrió un deterioro gradual de su relación con la gente cercana a Danilo.
Cuando se realiza la operación anti pulpo ahí comenzó el bloqueo porque tenía tres agendas con una demanda de atención. Debía obedecer a tres cabezas diferentes Gustavo Montalvo, José Ramón Peralta y Carlos Pared Pérez.
Estos, al ver que pueden ir a la cárcel han hecho una alianza perversa excluyendo a Jean Alain y por eso es la carta.
Quien hace una lectura analítica de la carta que envió Jean Alain a Abinader se da cuenta que no es por miedo, sino de advertencia.
Esa carta no fue dirigida al presidente, sino a ese círculo tratando de hacerle consciente de que si lo dejan solo no caerá solo.
como dijimos en un artículo anterior, más allá del miedo es una carta de desamor. Jean Alain no teme por su vida, teme ir a la cárcel.
Su carta delata a un hombre que empieza a sentirse acorralado, estando en condiciones de perder y ha comenzado a reaccionar.
Les recuerda que quizá no afine como Girón, pero también sabe cantar. Y en este momento al Ministerio Público no le importa si es Juan Luis Guerra o el Alfa, lo que importa es que cante.
Jean Alain tiene el agua al cuello ¿sabrá nadar?
Desde el Demócrata le exhortamos que tome un curso intensivo de canto con Girón porque esto apenas empieza. Nuestra gran preocupación es que hay escasez de maíz para las palomitas.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.