El jefe de la policía vuelve a ser tendencia en el país y esta vez por la salida a los medios de un memorándum.
No se sabe por qué salió a relucir un memorándum interno que autoriza a los policías a asistir a misas y cultos. En el mismo se indica que quienes asistan deben hacer un informe donde detallen quien asistió, fotos y hechos que llamen la atención.
Muchas personas han entendido la medida de la policía como una forma de obligar a los agentes a participar de actividades religiosas. Y que lo hacen para espiar. Sin embargo, la disposición ha encontrado el apoyo de los líderes religiosos tanto de la iglesia católica como de la evangélica.
Feliciano Lancen, presidente del Consejo Dominicano de la Unidad Evangélica (Codue) valora que los agentes sean instruidos a unirse a los cultos. Señaló que se hace necesario aclarar sobre las pruebas que deberán presentar los policías.
En cambio, monseñor Víctor Masalles considera que hubo malicia en la forma en la que se dio a conocer el memorándum. Es un memorándum interno de la Policía que no debe estar saliendo.
Monseñor Faustino Burgos valora como positiva la iniciativa del director de la Policía Nacional.
Es evidente que existe un conflicto entre la comunicación y la historia de esa institución.
La vida espiritual, bien orientada, te puede hacer una mejor persona, pero eso no se consigue yendo a los cultos o eucaristías por imposición.
Lo que debería hacer la policía es invertir en la preparación de sus miembros para que recobren el respeto que han perdido. La fe no se impone, esta debe surgir del libre interés de las personas y eso de rendir un informe está fuera de lugar.
En muchas iglesias hay sacerdotes y pastores que cometen muchas cosas malas porque el bien no está en cuatro paredes. Ir al templo no te hace mejor profesional ni mejor persona porque la fe es un acto personal.
El sociólogo Emile Durkheim establece que la fe tiene una dimensión personal y una dimensión social. Por eso entiende la importancia de que las personas asistan a esa comunidad solidaria que llaman Iglesia.
Pero deja claro que la Iglesia no es el templo y que la inclusión de la sociedad, pese a ser una dimensión social, es personal.
Una persona puede asistir a la misa o los cultos, pero eso no garantiza que sea una mejor persona porque eso lo definen los valores.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata