¿La policía odia la Iglesia Cristiana?

Un nuevo ataque a una familia de cristianos se produjo de parte de la policía, gracias a Dios tuvo un desenlace diferente al de Villa Altagracia con Elizabeth y Joel, pero se repite la historia.

Entre la Romana y San Pedro de Macorís, al este de la República Dominicana, una familia que iba con sus hijos y sus suegros fue embestida por un equipo de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y salvaron sus vidas de milagro.

Aunque este hecho se hizo viral no conmocionó al país en la misma magnitud del caso Villa Altagracia porque el caso del diputado apresado en Miami ocupó toda la atención de los medios de comunicación, pero este atentado no se puede dejar pasar por alto pues reúne las mismas características al violarse nueva vez todos los protocolos y pareciera que la vida no vale nada.

La familia se dirigía hacia la playa Nueva Romana cuando fueron atacados, el esposo, quien conducía el vehículo, fue herido de bala, por suerte su esposa, su madre y sus cuatro hijos salieron ilesos.

Esto evidencia la falta de preparación que tenemos en nuestros cuerpos militares para identificar los delincuentes. Una pareja de esposos que salen con sus hijos no tienen ese perfil. Además, insistimos en la idea de que eran cristianos pues, aunque hayan cristianos involucrados en caso de corrupción, se supone que no son personas con tendencia a delinquir.

Se supone que el objetivo de la policía es proteger la vida de los seres humanos y genera angustia que esto no se observe por el hecho de que no puede una sociedad desconfiar de sus servidores, pero hechos de esta naturaleza no nos dejan otra opción.

La patrulla le pide detenerse en una zona oscura sin identificación y el instinto de protección les hizo no detenerse por lo que fueron perseguidos y embestidos a disparos salvando de manera milagrosa sus vidas. El director de la DNCD comunicó al país que estos militares fueron expulsados y puestos a disposición de la justicia y esto debe convertirse en un mensaje para todo los policías y militares.

En el año 2015 el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo realizó un estudio acerca de las aspiraciones y percepción social de la juventud en República Dominicana. Dentro de las cosas que salieron a relucir es que las dos instituciones que tienen la tasa de rechazo más elevada entre la juventud y la sociedad son los Partidos Políticos y la Policía Nacional.

Cuando se realizó el famoso Plan de Seguridad Ciudadana conocido como barrio seguro, una institución llamada Ciudad Alternativa hizo una evaluación de ese programa en algunos barrios. Unos comunitarios del barrio Las Cañitas afirmaron que debieron hacer acuerdos con los delincuentes porque la policía acostumbraba a que si se ponía una denuncia de la comunicaban al delincuente y la gente terminó confiando más en ellos que en las autoridades.

Sin lugar a dudas estamos ante un punto de inflexión que se debe manejar con mucho cuidado. A diario observamos en las calles peleas entre agentes del orden con civiles lo que significa que se está produciendo una arrabalización de la autoridad.

Ahora que se está hablando de reforma policial debe tomarse en cuenta la idea de cómo van a ganarse de nuevo el respeto de la sociedad porque lo que estamos viendo a diario es el resultado de una máxima simple: cuando el que manda pierde la vergüenza, el que obedece pierde el respeto.

Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.

Related posts

Charlie Mariotti defiende expulsión de Carlos Amarante Baret del PLD

PLD expulsa de manera definitiva y deshonrosa a Carlos Amarante Baret por violar los estatutos del partido

Legiladoresres respaldan repostulación de Román Jáquez Liranzo como presidente de la JCE