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La Sociedad Civil de Juana Méndez tilda de fracaso medidas de Luis Abinader

Una victoria histórica y sin precedentes. Los habitantes de la comuna de Juana Méndez, que libraron visceralmente una lucha por la dignidad con la República Dominicana (RD), entraron triunfantes en los anales de la historia. El presidente Luis Abinader, exhausto por la resiliencia de los haitianos, abdica. Frente al escudo invencible de un pueblo que es su autodeterminación, República Dominicana renuncia a sus vaporosos, injustificados e ineficaces ataques diplomáticos.

El viernes 15 de septiembre de 2023, por tempestuosas órdenes del presidente Abinader, las fronteras terrestres, aéreas y marítimas de Haití-RD fueron completamente cerradas. El fortalecimiento de la presencia militar a lo largo de la frontera estuvo a la altura de las hazañas de Hollywood. Como en un veredicto imperial, el presidente Abinader creyó sellar el destino del comercio haitiano y limitar el movimiento de los descendientes de Dessalines. Dos días después, el domingo 17 de septiembre, el presidente de RD reafirmó que la frontera entre su país y Haití permanecerá cerrada. Finalmente, insistió: “Estas medidas se mantendrán vigentes hasta que obtengamos el cese definitivo de la construcción del canal”.

Hoy, 10 de octubre de 2023, leemos en las columnas del diario “Listin Diario”: “…la reapertura del mercado binacional con Hait텔. El presidente Luis Abinader ordenó la reapertura del mercado binacional con Haití. Sin embargo, en Haití la construcción del canal continúa con vehemencia, día y noche. Como un centro, el trabajo se intensificó. Sin embargo, la boca que ordenó el cierre de las fronteras fijando una condición para la reapertura es la que declaró su reapertura, sin que se haya respetado la condición esencial. ¡Esto es lo que llamamos una victoria histórica! En cuanto al anuncio de una apertura parcial, no es más que el eufemismo perfecto para ocultar un amargo fracaso. Si el cierre total no pudo en modo alguno sacudir a los haitianos,

Irónicamente, en el momento en que el presidente Abinader firmaba públicamente su derrota, la sociedad civil de Juana Méndez volvió a escena con otras demandas subsidiarias. No sólo continuarán las obras del canal, sino que la sociedad civil se negará a permitir que el comercio fronterizo reanude su curso en las mismas condiciones execrables, degradantes e inhumanas. De lo contrario, quienes poseen el capital financiero buscarán en otra parte. La frontera estará abierta y pronto no habrá nadie para entrar.

El lunes 9 de octubre de 2023, en Juana Méndez, se reunió una unidad de la sociedad civil, compuesta por abogados, empresarios y periodistas, después de haber examinado objetivamente la historia y las relaciones de los dos pueblos, y coincidieron en que el panorama diplomático Haití-RD y las relaciones comerciales son abominables, repugnantes e intolerables.

Al observar la endiabladamente lamentable realidad fronteriza, los ciudadanos presentes gritaron: ¡Oh diplomacia, oh infamia! Sacos de carne podrida salen del territorio dominicano y cruzan fronteras periódicamente. Después de imposibilitar la obtención de una visa dominicana por los canales regulares, cada noche, ciertos altos oficiales en RD organizan viajes clandestinos a costos exorbitantes. Al día siguiente, estos mismos altos oficiales exigieron y obtuvieron la deportación masiva de los haitianos que ya habían pagado el viaje. Y el sórdido comercio comienza de nuevo a la vista del presidente Abinader.

De hecho, casi todos los trabajadores haitianos en la República Dominicana son objeto de trata de personas. La trata de personas es un delito presente en la vida cotidiana dominicana. Los rascacielos se construyen con la sangre de los haitianos. Sin embargo, el trabajador haitiano que prepara el hormigón por la mañana es deportado por la noche, antes de recibir su salario.

Por: Francisco Tavárez, El Demócrata