Jean Alain había contratado la asesora personal del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto. Su objetivo era convertirse en una figura con presencia y necesitaba tener los fondos necesarios para ello.
Es evidente que es una persona con ambición, con deseo de poder al punto de desafiar toda la fila del PLD. Imponerse por encima de seis candidatos que habían presentado sus aspiraciones y él no tenía la estatura política para eso.
Reynaldo Pared, Temístocles Montás, Danilo Medina, Francisco Domínguez Brito, Andrés Navarro, etc. Aquí el problema no era que él pensara que podía ser candidato, sino que no tenía el perfil pero eso.
Pareciera que él pensaba que ganar una presidencia se trata solamente de dinero y ya le había pagado dos millones de dólares a una asesora. Estamos hablando de más de cien millones de pesos para iniciar una asesoría, y esto es evidencia de que el dinero no le importaba.
Pero también había contratado un sistema tecnológico de bots para poder crear opinión sobre su persona.
Definitivamente Jean Alain se quedó corto en sus pretensiones, sobre todo porque el poder que se le puso en sus manos quiso utilizarlo para él. Por eso llegado el momento el propio Danilo y parte de su grupo le cerraron el paso en sus aspiraciones al Comité Político.
En el día de hoy sus abogados negaron que Jean Alain tuviera tales aspiraciones y pusieron esa responsabilidad en la persona de Canó Sacco. Según dijeron su defendido nunca tuvo tales aspiraciones y quien contrató a la consultora pagándole dos millones de dólares fue él.
Este es un buen intento por descargar a Jean Alain, pero no se ciñe a la verdad. La pregunta que nos toca hacer es ¿hacía Canó Sacco esas cosas por cuenta propia? ¿Tenía la facultad de pagar tanto dinero sin que su jefe inmediato lo supiera?
Esa excusa de su equipo de abogado lo que hace es ridiculizar a su cliente.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.