Adán Cáceres es una construcción del danilismo y por eso este caso le toca muy de cerca y no solo por Adán porque también el hijo de la pastora estaba asignado a su escolta lo que convierte este caso en el intrincado que afecta la parte emocional del expresidente.
Precisamente, en el aspecto emocional, el expresidente ha dado indicios claros de pasar por un proceso de fuerte depresión. Esto se observa en su discurso cuando les dice a sus partidarios que regresarán al poder en el 2024.
Muchas personas pueden ver en este comportamiento el oficio natural de un líder que es mostrar optimismo y levantar el ánimo de sus compañeros, sin embargo, profesionales de la conducta opinan que esto forma parte de una etapa de negación porque no asimila ni acepta la responsabilidad de la debacle de su partido.
Danilo pasa por momentos muy difíciles en términos políticos, económicos, familiares y partidarios. En lo familiar su esposa le ha pedido el divorcio pues él mismo se dedicó a destruir su matrimonio con una serie de relaciones extramatrimoniales, pero este es un tema que preferimos no abordar, dos de sus hermanos presos acusados de corrupción junto a dos de sus cuñados cosa que provocó que su esposa tuviera que buscar ayudar profesional.
En el plano político todos sus servidores cercanos terminarán en la cárcel, personas de su más íntimo círculo que, cuando Danilo se fue del gobierno de Leonel Fernández le acompañaron toda su vida y esto comenzó con Adán Cáceres un hecho que preocupa a todos sus servidores, al punto de que nos atrevemos a afirmar que el mismo expresidente se sentiría mejor estando preso.
En el plano político una nueva división acecha al Partido de la Liberación Dominicana, un evento que Danilo no controla. Esta trama la encarnan y lideran José Ramón Peralta, Gonzalo Castillo, Gustavo Montalvo y Abel Martínez quienes han realizado una alianza soterrada. Todos están haciendo causa común en torno al liderazgo de Abel Martínez.
Por otro lado, existe otra cuadra encabezada por Francisco Domínguez Brito que tiene todas las intenciones y determinación de ser candidato del PLD y está enfrentando la alianza ya descrita.
En política es normal que cuando el barco se está hundiendo surjan otros con el interés de salvarlo o para terminar de hundirlo. Por lo general crean sus propios partidos como ocurrió con Hipólito Mejía y Luis Abinader cuando abandonaron el PRD y formaron el PRM, la otra alternativa es irse a otro partido ya consolidado como hicieron algunos líderes del PRD que en la campaña se fueron al PRM o muchos peledeístas que se fueron a la Fuerza del Pueblo, el nuevo partido de Leonel.
Ahora también estamos viendo a peledeístas irse al PRM, la cuestión es que, lo que le espera a Danilo Medina es un futuro sombrío que no podemos predecir.
Por: Francisco Tavarez, el Demócrata.