“Yo tengo amigos, no cómplices” ha sido la frase con la que el presidente Luis Abinader le ha dejado saber a sus colaboradores que no aceptará actos de corrupción y que quienes lo cometan se verán frente a la acción de la justicia y él no los defenderá.
En una entrevista concedida a los periodistas Huchi Lora y Alicia Ortega estos les preguntaron qué pasaría si en su gobierno después les acusan igual de corrupción, su respuesta fue la siguiente “habrá muchos que se inventarán mentiras, que fabricarán cosas, pero estoy dispuesto a enfrentarlos, con transparencia, porque estamos haciendo las cosas diferentes”.
Esto nos hace pensar que el presidente Abinader se buscará muchos enemigos y posiblemente en su propio partido como sucedió con la ex primer ministra británica Margaret Thacher apodada la dama de hierro, obligada a renunciar en 1990 por su propio partido evento que definió con estas palabras: «Fue una traición con una sonrisa en el rostro. Quizá eso fue lo peor».
La Dama de Hierro era exigente y adicta al trabajo dos cualidades que posee el presidente Abinader.
Otro aspecto histórico sucedió con el profesor Juan Bosch cuando llegó al poder en 1963. Bosch, de inmediato, comenzó a enfrentar una serie de mafias enquistadas en el Estado, entre ellas la que comandaban una serie de militares quienes contrabandeaban con armas y azúcar. Cuando se les enfrentó se pusieron del lado de los golpistas y como ya sabemos un golpe de Estado solo es posible si los organismos militares están involucrados.
Luis Abinader también ha comenzado enfrentando la corrupción, no solo del gobierno anterior, sino de su propio gobierno y de los militares, razones que también nos conducen a pensar que a lo interno de su gobierno pueden levantarse sus enemigos.
¿Por qué decimos esto? Generalmente la tradición de impunidad en el país ha existido porque quienes se corrompen cuentan con el apoyo y el respaldo de su máximo líder y del gobierno, a nadie le gusta sentir el abandono de sus amigos y militantes. Lo que hasta ahora está haciendo el presidente puede generar fisuras y de eso también debe cuidarse.
¿Hasta qué punto ministros, colaboradores, amigos cercanos del presidente que están en el gobierno podrán resistir investigaciones, como dice el presidente que él personalmente está dispuesto a enfrentar y sin miedo?
Estamos hablando de un presidente que está en una dinámica diferente. Hasta cierto punto pronostico que el presidente Abinader estará con una muy buena valoración, que se quedará en algún punto solo o con muy pocos colaboradores que estén a la altura de este discurso.
Señaló abiertamente que todo el que cometa actos de corrupción tiene que enfrentar las consecuencias y que el discurso de una justicia independiente más allá de un discurso es una realidad que reformará la constitución para que la fiscalía pueda actuar de manera independiente sin que tenga que ver con la elección por parte de él.
Esto cambiará las reglas de juego y sin lugar a dudas la gran pregunta es ¿está el Partido Revolucionario Moderno preparado para vencer electoralmente en un contexto en el cual los propios dirigentes de la organización vayan presos en un momento determinado, en donde el propio presidente los sacrifique cuando los destituya y no haga nada para evitar que los sometan a la acción de la justicia y terminen en Najayo?
Esta es la revolución moral y social que tanto hemos demandado, ahora, política y partidariamente les aseguro que las organizaciones políticas, incluyendo el PRM, verán la política de una manera muy diferente.