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Por Yolanda Urbano
SANTO DOMINGO.- En el Ensanche Luperón, la angustia y la esperanza se entrelazan en una situación conmovedora, debido a que hace once días, un rincón de una acera ha sido transformado en un hogar improvisado por una mujer que según testimonios padece de traumas.
Su refugio, construido con una larga lona azul y cartones para recostarse y la humedad y el intenso calor refleja un panorama desconsolador.
Residentes del Ensanche Luperón se encargan de alimentarla luego de haberla rescatado de un pozo de aguas negras hace más de una semana.
La condición de salud y la falta de un lugar seguro ha generado profunda preocupación entre los vecinos.
Los lugareños han solicitado repetidamente la intervención de las autoridades locales y hasta el momento nadie ha hecho acto de presencia.
La falta de una respuesta efectiva ha intensificado la frustración y el sentimiento de urgencia entre los vecinos, quienes temen que la situación de la mujer pueda empeorar si no se toman medidas rápidas.
