No todo lo que dice Hipólito son hipolitadas

Hipólito Mejía ha ofrecido unas declaraciones con las que, por primera vez, nos sentimos identificados. Él dijo que a los funcionarios que incurre en actos de corrupción hay que destituirlos para dar muestra de fortaleza.

Sin lugar a dudas hay que reconocer que el presidente Luis Abinader ha dejado claro su intención de transformar el Estado. Ha hecho de la lucha contra la corrupción el buque insignia de su gestión incluyendo a funcionarios de su propio gobierno.

De hecho, este gobierno lleva un récord con la cantidad de funcionarios que han debido salir del gobierno.  Eso sin incluir los que han renunciado en instituciones pero que no tienen el rango para salir en la prensa. Y que según hemos sabido han preferido renunciar si no van a tener oportunidad de buscarse lo suyo.

Pero ¿qué sucede? ¿Por qué decimos que estamos de acuerdo con la posición de Hipólito Mejía?

En la tradición política dominicana no se acostumbra a destituir a los funcionarios porque significa validar las críticas de la oposición política. También empodera a los medios de comunicación que son quienes insisten en que quiten a los funcionarios.

Por eso la mayoría de presidentes no gustan de destituir a un funcionario porque la recomendación es cuidar al gobierno.

Lo que hacen es que, para protegerlos, les piden que presenten su renuncia porque así se ve como una decisión de buena fe del funcionario.

La cosa es más difícil cuando el funcionario representa a un grupo económico que ha financiado la campaña y piden nombramientos. Una práctica muy socorrida es que se nombran funcionarios donde las élites económicas que han aportado dinero solicitan. Al final ese funcionario no está allí para representar al pueblo, sino al grupo económico o empresario que lo apadrinó.

Por eso a los presidentes les resulta muy difícil en ocasiones tomar esa decisión y ahí tenemos el ejemplo de Macarrulla. De todos los funcionarios que han sido separados del gobierno por algún cuestionamiento la mayoría han pedido licencia o presentan su renuncia. Muy pocos han sido destituidos.

No podemos seguir con la práctica de pedirle la renuncia a funcionarios que hay que destituir.  Porque, como dice Hipólito Mejía, le quita fuerza y credibilidad al gobierno.

Si está teniendo buen impacto al separar funcionarios que presentan dolo, lo tendrá mucho más si él los destituye. Queremos hacer constar que simplemente nos identificamos con esa posición de Hipólito. Pero sabemos que quien lo dice es un expresidente que nunca destituyó a nadie por más escándalos que tuvieran. Parece que solamente en el lado opuesto es que los políticos saben lo que hay que hacer, aunque no sea el caso de Abinader.

Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.

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