SANTO DOMINGO.- Un grupo de 22 países y la Unión Europea emitieron la «Declaración de Santo Domingo», en la que hicieron un llamado urgente al gobierno de Venezuela a detener la violencia, respetar los derechos humanos y garantizar un proceso electoral transparente.
Este pronunciamiento surge en medio de la crisis postelectoral que afecta a Venezuela desde las controvertidas elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.
Los países firmantes subrayan la importancia de que los actores sociales y políticos en Venezuela ejerzan mesura en sus declaraciones públicas, resaltando que el respeto a la dignidad humana es un principio esencial de convivencia entre las naciones. Expresaron profunda preocupación por las violaciones a los derechos fundamentales, especialmente las denuncias de detenciones arbitrarias y la represión violenta de manifestantes, que ha dejado numerosas víctimas. Los signatarios exigen la liberación inmediata de los detenidos, incluidos líderes opositores.
En la declaración, se instó al gobierno venezolano a permitir el regreso de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, asegurando las condiciones necesarias para su labor. Además, los países expresaron inquietud ante las irregularidades electorales, solicitando la publicación de todas las actas originales de las elecciones presidenciales y su verificación independiente por una entidad internacional, con el objetivo de garantizar la veracidad de los resultados.
Los firmantes también recordaron a Venezuela su compromiso con la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático, instando al país a otorgar salvoconductos a seis personas asiladas en la residencia oficial de la República Argentina para su retiro seguro del territorio venezolano.
Finalmente, se hace un llamado a un diálogo inclusivo y de buena fe para facilitar un acuerdo político que permita la reconciliación nacional, el restablecimiento de la paz y la estabilidad democrática en Venezuela. Las naciones firmantes reiteraron su disposición a apoyar todos los esfuerzos en favor de una solución genuinamente venezolana que promueva la justicia, la seguridad y la democracia.
Los países signatarios incluyen a Argentina, Canadá, Chile, Estados Unidos, la Unión Europea, y varios otros actores internacionales comprometidos con la estabilidad en Venezuela.