La página web de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) informa que ha contabilizado el 100 por ciento de las actas. En los resultados que ofrece el candidato de la izquierda chavista, Pedro Castillo, aventaja por apenas 44,058 votos a Keiko Fujimori de Fuerza Popular.
Sin embargo, las autoridades electorales peruanas no han proclamado al ganador, pues existen innumerables pedidos de nulidad que deben ser resueltos.
El partido de Keiko Fujimori presentó un total de 945 pedidos de nulidad de actas, que constituyen poco más de 200,000 votos. Pero de éstos solo habrían llegado 134 dentro del plazo establecido por ley, según el portal peruano Ojo Público.
Por su parte, IDL Reporteros informa que Perú Libre presentó 148 pedidos de nulidad, pero solo 14 se habrían presentado a tiempo.
El mar de irregularidades registradas en estas elecciones no tienen precedentes en el Perú en sus casi 200 años de vida republicana. Algunos sectores incluso han pedido anular estas elecciones.
A eso debemos sumar cómo las redes sociales fueron invadidas de noticias de dudosa credibilidad filtradas por partidarios de los candidatos en disputa. Esta situación ha creado una crisis de confianza en la ciudadanía que ya no sabe qué o a quién creer.
Las instituciones electorales como el Jurado Nacional de Elecciones y la ONPE no tienen la confianza del electorado. Incluso el propio presidente interino, Francisco Sagasti, fue acusado de intervenir indebidamente en el proceso electoral.
Él hizo una llamada al escritor Mario Vargas Llosa, supuestamente para que convenza a Keiko de aceptar públicamente la victoria de Castillo. Según el presidente esto lo hace para acabar con la crisis social desatada tras los comicios.
Un importante sector de la población se ha manifestado en las calles en defensa del derecho al voto y en contra que las irregularidades.
Además también hay quienes se han manifestado explícitamente en contra que Castillo asuma el mando del país. Esta oposición se realiza ante el temor que en el Perú se instale un régimen comunista como en Cuba o Venezuela.
Las sospechas de que esto último suceda no son descabelladas, porque hay suficientes pruebas de audio y vídeo de Castillo expresando su admiración por Chávez. También por Fidel Castro y ellos mismos se definen como una organización de izquierda socialista. El ascenso del hasta hace poco desconocido Pedro Castillo, ha sacado a la luz otras organizaciones de extrema izquierda con las que se le vincula.
Una de ellas es el movimiento de entraña radical nacionalista denominado Inkarri Islam, que unifica los conceptos de la cultura andina con los del Islam.
Inkarri Islam fue fundado por Edwar Quiroga Vargas. En un audio difundido recientemente por el programa Beto a Saber del canal peruano Willax, hace algunas declaraciones a considerar. Dice que lo que está pasando en el país es el momento perfecto para que los pueblos originarios del Perú tomen el poder.
Esa entrevista fue concedida al periodista Fernando Lucena. Y dice textualmente: Si le voltea la torta Keiko a través del JNE, allí rápidamente me muevo. Estoy esperando y la gente está lista allí, va a ser muy violento.
Según Lucena, Quiroga era del movimiento Perú Libertario, predecesor de Perú Libre quien mantiene contacto con Pedro Castillo. También es muy cercano a Evo Morales expresidente de Bolivia.
La realidad es que el Perú enfrenta quizá la peor crisis social de su historia. Hay incertidumbre sobre el futuro y el temor por lo que pueda pasar cuando se anuncien los resultados oficiales definitivos. Esto mantiene a todo el país con la respiración suspendida. Todo hace suponer que quien asuma el poder no lo hará en un clima de tranquilidad democrática.
Por: José Andreu Figueroa. Desde Miami, Florida para el Demócrata.