Xiomara Castro será la primera mujer electa presidenta de Honduras y con ella regresa al poder la izquierda después de 12 años de gobierno conservador. Honduras es un país considerado con altos índices de violencia y de pobreza.
El último gobierno de izquierda en Honduras fue el de Manuel Zelaya, esposo de Castro, a quien se dio un golpe de Estado.
Los hondureños se encuentran total decepcionados por los altos niveles de corrupción de clase política. Según Transparencia Internacional, que mide el índice de corrupción de 180 países Honduras ocupa el lugar 157 entre los más corruptos.
Castro llega al poder de la mano del Partido Libre, un partido que fundó junto a su esposo después del golpe de Estado. Ella promete terminar con la corrupción, el narcotráfico y los escuadrones de la muerte, además de que fallará a las mujeres.
Se piensa que el triunfo de la izquierda obedece al desgaste que tenía en el poder el presidente Juan Orlando Hernández del Partido Nacional. El expresidente está acusado de presuntos vínculos con el narcotráfico.
Su hermano fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por narcotráfico y él mismo corre el riesgo de ser extraditado tras dejar el cargo. Además Hernández tuvo un segundo mandato muy cuestionado porque la reelección no está permitida en Honduras, pero él tuvo el favor del Tribunal Constitucional.
Así fue reelecto en medio de graves acusaciones de fraude que pusieron al país bajo tensión y es por eso que Castro promete darle al país un giro. Pese al temor que existe con su inclinación hacia la izquierda la presidenta electa logró zanjar esos miedos al formular alianzas con sectores conservadores. Justo en ese aspecto es que muchos entienden estuvo el éxito de su triunfo.
Se dice que Honduras es uno de los países más conservadores de Latinoamérica y la Iglesia posee mucho poder. Por eso temas como la despenalización del aborto que está en su agenda la enfrentará a un amplio sector de la sociedad que lo rechaza.
Honduras es uno de los pocos países donde el aborto es ilegal en cualquier circunstancia y posee una de las tasas más altas de embarazos en adolescentes. Aquí 1 de cada 4 partos es de una menor de 19 años según las cifras de Naciones Unidas.
Respecto a su relación con Estados Unidos su prioridad es frenar el amplio flujo migratorio de hondureños hacia su país como de otros países de Centroamérica.
Cientos de miles de hondureños huyen cada año de la violencia, del crimen organizado y de la pobreza del país. Casi la mitad de la población vive con al menos 5.5 dólares al día. Esta es la segunda tasa de pobreza más alta de América Latina después de Haití.
A estas circunstancias se han sumado la pandemia y los desastres naturales como los huracanes vividos en los últimos años. Estos han arrasado pueblos enteros y afectado más de cuatro millones de personas.
En medio de este contexto es que regresa la izquierda a Honduras quien ha dicho que tendrá unas relaciones de amigos con Estados Unidos. Pero Castro también ha dicho que no permitirá que el país norteamericano trate a Honduras como una colonia.
Desde el Demócrata daremos seguimiento a este tema pues, junto a Perú y Nicaragua, conforman un tridente en cuyas elecciones ha ganado la izquierda. Esto, aunque respetamos la libre determinación de los pueblos, debe llamarnos a reflexión.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.
