El presidente Daniel Ortega sigue tomando decisiones que le hacen ver más como un dictador que un hombre de democracia. Ha decidido iniciar una andanada de encarcelamientos de los principales líderes de oposición a 05 meses de las elecciones.
Estas son estrategias frecuentes en contextos de campaña política, sobre todo de quien está en el poder y cuenta con una justicia lacaya. En nuestro caso se han producido acusaciones de narcotráfico y otros temas, pero jamás se ha llegado a encarcelar a nadie en la historia recienten.
Las autoridades de Nicaragua arrestaron este martes a Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro. Son otros potenciales contrincantes del presidente Daniel Ortega en las elecciones previstas para el próximo 07 de noviembre.
Maradiaga fue acusado de «terrorismo» y conspiración contra la soberanía e independencia de Nicaragua. Está siendo investigado en virtud de una controvertida nueva ley de seguridad aprobada en diciembre por el gobierno de Ortega.
Chamorro, por su parte, es acusado de «incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos», informó la Policía Nacional.
Las de Maradiaga y Chamorro son la tercera y cuarta detención de posibles contrincantes de Ortega. La semana pasada, la líder opositora Cristiana Chamorro fue puesta bajo arresto domiciliario por presunto lavado de dinero, acusación que ella niega.
Y el sábado otra figura de la oposición, Arturo Cruz, fue detenido en el aeropuerto de Managua cuando llegaba de Estados Unidos.
Estas acciones más que expresar un sentido de justicia, evocan miedo por parte de Ortega que debe acudir al encierro de sus contrincantes para ganar. La comunidad internacional ha condenado estos arrestos comenzando por Estados Unidos.
También República Dominicana, a través del Canciller Roberto Álvarez, expresó su rechazo a estas acciones lo que provocó una reacción airada del embajador nicaragüense.
Si en Nicaragua tenían informaciones de actividades ilícitas de estos líderes políticos, sacarlos a relucir en este momento no es la mejor idea. Es una estrategia errada porque a la luz de la ciudadanía se ve como persecución política, no por justicia.
Le sugerimos a Ortega permitir el libre curso de la campaña porque cuatro líderes de la oposición presos es una exageración. Si no quiere que le miren como dictador, actúe como demócrata porque en este momento es la imagen que está proyectando.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.