El lugar escogido es Ginebra, Suiza, siguiendo una vieja tradición de cuando en 1985, en plena guerra fría, se reunieron Ronald Reagan y Mijail Gorbachov.
Es un encuentro matizado por la tensión y se espera que sirva para bajar la guardia entre ambos países. En el Demócrata te presentamos algunos hechos que hacen tensa esta cumbre.
Desde que en el 2014 Rusia invadió y luego anexó a Crimea la relación con Estados Unidos no ha sido una buena.
Tanto Washington como Moscú señalan que sus relaciones diplomáticas están en su punto más bajo.
Posteriormente Estados Unidos acusó a Rusia de intervenir en las elecciones donde ganó Donald Trump cosa que ofendió a ese país. En una entrevista concedida por Putin previo a este encuentro lamenta esas acusaciones, las niega y además afirma que nunca presentaron pruebas.
En la actualidad Rusia acaba de incluir a Estados Unidos en su lista oficial de «países hostiles» y Biden acusó a Putin de asesino.
Ninguna de las dos naciones tiene un embajador en la otra y varios altos funcionarios rusos tienen sanciones por parte de EE.UU.
También dos exsoldados de EE.UU. están ahora en prisiones rusas, acusados de espionaje.
A pesar de todo, estos dos hombres se van a reunir por primera vez y hay quien en Rusia lo ven como un gran logro.
Para Putin este encuentro es importante porque es un hombre que ama el simbolismo y esta reunión lo coloca al mismo nivel que Estados Unidos. Además la reunión se produce a petición de Joe Biden y esto es punto extra para Putin.
Definitivamente, Putin quiere ser igual al presidente de Estados Unidos. Quiere ser respetado en sus términos
Uno de los objetivos de Biden, que lo expresó públicamente, es señalar a Putin cuáles son sus líneas rojas y que no debe cruzar. Por su lado el presidente Ruso suponemos que también delimitará sus líneas rojas.
Ojalá que esta cumbre realmente sirva para mejorar las relaciones de estos países, aunque, honestamente, nosotros lo dudamos. Los intereses que abrazan son enormes y disímiles, pero ya veremos qué sucede.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.