La reciente decisión de Amparo Custodio de declinar al cargo de alcaldesa en La Vega ha desatado un debate sobre una posible crisis partidaria en esa comunidad, poniendo en tela de juicio la estabilidad interna del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en la región.
Esta situación se desencadenó tras el nombramiento del alcalde electo de La Vega, Kelvin Cruz, como Ministro de Deportes. Según la Ley No. 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, en casos como este, el puesto de alcalde debe ser asumido por el vicealcalde o vicealcaldesa, en este caso, Amparo Custodio. Sin embargo, Custodio sorprendió a la comunidad al renunciar a asumir el cargo, argumentando que no considera legítimo ocupar un puesto para el cual no fue electa directamente por los votantes.
Custodio explicó que la candidatura de Kelvin Cruz fue la que recibió el respaldo del electorado vegano, y que, en su opinión, asumir la alcaldía sería ir en contra de la voluntad popular expresada en las urnas. Esta renuncia no solo ha dejado vacante la alcaldía, sino también la vicealcaldía, ya que Custodio decidió abandonar ambas posiciones.
Ahora, la pregunta en el aire es: ¿Quién debe ocupar la alcaldía en La Vega? La respuesta, según el artículo 36 de la Ley No. 176-07, recae en el Organismo Superior del partido político que postuló al candidato electo. Este organismo tiene la responsabilidad de presentar una terna ante el Concejo de Regidores para que estos elijan al nuevo alcalde o alcaldesa. Este proceso debe completarse en un plazo no mayor a treinta días desde que se declaró la vacante.
Este escenario plantea un desafío significativo para el PRM en La Vega, ya que la decisión de Custodio podría interpretarse como una señal de desacuerdo interno o, en el peor de los casos, una crisis dentro del partido a nivel local. La respuesta que dé el PRM a esta situación, y la persona que elija para ocupar la alcaldía, será crucial para mantener la confianza de los votantes y la cohesión partidaria en la región.
En sus declaraciones, Amparo Custodio subrayó que durante su tiempo como vicealcaldesa, ha cumplido cabalmente con sus responsabilidades y ha ganado el reconocimiento de los munícipes por su arduo trabajo. No obstante, su renuncia ha dejado un vacío de liderazgo que el PRM deberá llenar de manera efectiva para evitar un posible debilitamiento de su posición en La Vega.
