Alexis Villalona, después de 13 días, por fin ha sido apresado. Se encontraba prófugo de la justicia desde el pasado 31 de diciembre cuando agredió a una joven llamada Santa Arias.
El incidente se produjo porque Arias chocó su yipeta en el momento que se desplazaba en una pasola. El evento quedó grabado en un video que se hizo viral en las redes sociales y provocó la indignación de la sociedad.
Desde ese momento la policía se mantenía en una persecución permanente de Alexis Villalona, sin embargo nos preguntamos ¿quién lo protegía?
Es más que evidente que el prófugo recibió apoyo de inteligencia, de sectores que lo ayudaron a mantenerse escondido durante este tiempo.
Durante estos trece días se produjeron hechos que lo entendimos como una burla. Por ejemplo el abogado dijo que habló con él y no se le da seguimiento al abogado.
También dijo que habló por la vía de un familiar y tampoco se le dio seguimiento a ese familiar. Puso fecha hora para entregarse y el día en que lo haría dejó a todos esperando y puso como condición que debía estar Roberto Cavada.
Ya anteriormente había puesto como condición para entregarse que no fuera enviado a la cárcel de Baní porque ahí tenía un enemigo. O sea que estábamos ante un caso sin precedentes donde un prófugo puede conversar con familiares y abogados y la policía no podía dar con su paradero.
Pero aún peor, un prófugo que pone condiciones y hasta sugiere la cárcel a la cual quiere ser enviado.
Hay que celebrar el apresamiento después de 13 días, pero también se debe esclarecer quién lo protegía, por qué no se había dado con él.
Alexis y sus cómplices jugaron a la estrategia del desgaste, a que la indignación bajara, apostaron a que la presión social bajara.
Apostaron a que los médicos dijeran que no había daños, fracturas permanente ni mayores porque suponía una disminución de la pena. Jugaron a que se dijera que el arma no era ilegal. En fín todas sus estrategias al final no les funcionaron porque la sociedad mantuvo la indignación y sobre la dama agredida si salud empeoró.
Santa Arias fue operada hace un tiempo de problemas cardíacos, posee un marcapasos y después del incidente ha tenido que ser evaluada varias veces. La han llevaron a varios centros médicos por arritmia cardíaca y problemas con la presión arterial.
El hecho de que se mantuviera huyendo y prófugo provocó todo lo contrario de lo que él quería.
Fue ubicado en una residencia del Fundo en Baní y próximamente será sometido a la justicia. Al final la pregunta que quedará por responder, y esperemos que sea respondida es ¿quién protegía a Alexis?
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata
