En su discurso de toma de posesión el 16 de agosto, el presidente Luis Abinader delineó una propuesta de reforma fiscal que promete ser uno de los pilares de su segundo mandato. Con una visión centrada en la estabilidad económica y el desarrollo del país, el mandatario aseguró que la reforma tiene tres objetivos principales: garantizar unas finanzas públicas sanas, reducir la deuda y asegurar los recursos necesarios para mejorar los servicios de salud, seguridad, e infraestructuras fundamentales.
Reestructuración del Gasto Público y Reforma Tributaria
El presidente subrayó que esta reforma fiscal incluirá tanto una reestructuración del gasto público como una reforma tributaria. Según Abinader, durante los últimos cuatro años su gobierno ha logrado eliminar gran parte del gasto innecesario, redirigiendo estos ahorros hacia los sectores más vulnerables de la nación. A pesar de estos avances, reconoció que aún queda mucho por hacer para lograr un Estado más eficiente.
Para abordar estos desafíos, el gobierno se propone reestructurar su organización mediante la fusión o eliminación de instituciones innecesarias y la implementación de medidas de contención del gasto. Estas acciones buscan no solo mejorar la eficiencia administrativa, sino también asegurar el uso responsable de los recursos públicos.
Movilización de Recursos para la Transformación Nacional
La reforma tributaria que propone Abinader es vista como esencial para movilizar los recursos que permitirán la transformación del país. Esta recaudación será clave para materializar proyectos de infraestructura de gran envergadura, como el Teleférico y el tranvía de Santo Domingo, el Monorriel de Santiago, y el Tren Metropolitano, que conectará el centro de la capital con el Aeropuerto Internacional de Las Américas y otras 30 áreas urbanas.
Un Compromiso con el Futuro
El presidente Abinader, al iniciar su segundo mandato, ha dejado claro que su administración está comprometida con la mejora de la eficiencia gubernamental y la creación de condiciones que aseguren un futuro próspero para todos los dominicanos. Sin embargo, la implementación de estas reformas exigirá un esfuerzo concertado de todas las partes involucradas, y su éxito dependerá de la capacidad del gobierno para mantener el rumbo y cumplir con las promesas hechas en este discurso inaugural.