El domingo se llevará a cabo en Puerto Rico una elección especial para escoger a dos personas que serán representantes ante el Congreso de los Estados Unidos con la idea de promover un cambio de soberanía y convertir a la isla en el estado 51 de la nación americana. Los llamados Cabilderos por la Estadidad serán pagados con fondos públicos a razón de $200,000 dólares al año, y representarán sólo a ese sector político, descartando así el sentir de los que favorecen el estado libre asociado y la independencia.
Esto, unido a que los Candidatos a cabilderos por la Estadidad no generaban atención pública, hacía que el proceso para la elección especial estuviera apagado, ya que no se veía pertinencia necesaria para hacer ese gasto público.
Esta semana resurgió la figura de Rosselló, quien desde enero ha estado intentando limpiar su magen y regresar a la política local. En un programa de radio, en el que participa uno de sus exayudantes, el exsecretario de asuntos públicos, Ramón Rosario, dijo que acepta la nominación directa.
Yo no la voy a rechazar. Voy hacia adelante si esa es la voluntad del pueblo, confío que sí, añadió Rosselló en cuanto a ser electo como delegado.
En julio de 2019 un grupo de periodistas investigativos publicamos una serie de documentos extraidos de un chat en la plataforma de Telegram, en los que Rosselló, cabilderos y sus ayudantes más cercanos, tomaban decisiones de gobierno, manejaban fondos públicos y coordinaban para manipular la opinión pública a través de representantes en medios corporativos. En el famoso chat también se burlaban de las mujeres que reclamaban acción contra los feminicidios, de los homosexuales, de los viejos, los extranjeros, de las personas que murieron en el huracán María, y hasta de los propios miembros de su partido político.
Esto provocó protestas sin precedentes en todo Puerto Rico y a nivel mundial, reclamando que se fuera del poder. El lema de Ricky Renuncia acaparó la atención internacional porque a las protestas se unieron astros de la música y artistas como Residente, Bad Bunny, Ricky Martin, Daddy Yankee, y el ganador del Oscar, Benicio Del Toro, entre muchos otros.
Rosselló no quería ceder el poder, pero tuvo que hacerlo porque todo el liderato de su propio partido le retiró la confianza y exigió su renuncia. Sus contribuyentes políticos, los principales líderes del sector privado y las organizaciones comunitarias hicieron lo propio. Prominentes líderes en los Estados, incluyendo el entonces candidato presidencial Joe Biden y el expresidente Donald Trump, exigieron su salida. La renuncia se produjo tras dos semanas de protestas.
A partir de entonces hubo múltiples cambios políticos hasta que en las elecciones de noviembre pasado el electorado puertorriqueño se dividió entre seis candidatos. Resultó electo Pedro Pierluisi, del mismo Partido Nuevo Progresista, con sólo el 32% del total de votantes o sólo el 16% del total de la población puertorriqueña, estimada en 3.2 millones de personas. En esa elección preguntaron si endosaban una consulta de estatus estadidad sí o no. Pierluisi y el liderato PNP dicen la estadidad ganó por la mayoría en el plebiscito de las pasadas elecciones generales y por eso justifican la elección de los cabilderos por la estadidad de este domingo.
La realidad es que en el plebiscito solo participó el 54.7% del electorado puertorriqueño, de un total de 2,355,894. Eso se traduce en que sólo el 27.8% de los boricuas aptos para votar eligieron la estadidad. Por eso es por lo que la elección de los cabilderos tiene el rechazo abrumador de la población.
De hecho, la comunidad dominicana en Puerto Rico, que históricamente favorece las posturas del PNP, en este asunto no han asumido bandos. En Puerto Rico se estima que hay sobre 250,000 dominicanos.
Sandra Rodríguez Cotto, corresponsal Puerto Rico.