En el año 2011 un total de 250 sacerdotes y diáconos de la Iglesia Católica Romana se levantaron exigiendo una renovación ante la doctrina dogmática de la Iglesia y en un pleno desafío a las directrices del Papa han decidido casar a personas del mismo sexo.
A estos 250 sacerdotes y diáconos también se les suman unos 3,000 laicos de diferentes países. Dicha iniciativa se dio a conocer mediante un manifiesto en el que afirmaban que, «ante el rechazo de Roma a una reforma hace tiempo necesaria», se declaraban obligados a seguir su propia conciencia y desobedecer el mandato del Vaticano.
El Vaticano decidió responder ante esta rebeldía por medio de la Congregación para la Doctrina de la Fe (órgano que sustituyó la inquisición), por medio de un comunicado en el que afirman que La Iglesia no tiene potestad para impartir bendiciones a las uniones de personas del mismo sexo, por lo tanto, no pueden «considerarse lícitas.
Según el documento la respuesta cuenta con la aprobación del Papa y está firmado por el Prefecto, Cardenal Luis Ladaria, y por el Secretario el arzobispo Giacomo Morandi.
Es importante recordar que no es la primera vez que sacerdotes se rebelan contra el Vaticano. Sucedió con Martín Lutero que terminó dividiendo la Iglesia, después de aprobado el Vaticano II el Obispo Lefevre dijo no estar de acuerdo con esas reformas y se separó de la Iglesia formando su propia Iglesia Católica conocida como lefevrista. También, a nivel de América Latina, tenemos el caso de los teólogos de la Liberación que fueron silenciados por el Papa Juan Pablo II.
¿Cree usted que estamos ante un nuevo cisma en la Iglesia Católica? ¿Están dadas las condiciones para que se realice un nuevo Concilio y se debatan las ideas que estos sacerdotes catalogan como conservadoras? ¿Debe haber una renovación en la Iglesia Católica Romana?
Les invito a que sigamos mirando más allá de la curva.