De ahí interpretan que es un funcionario público al que no se le puede atribuir haberse enriquecido ilícitamente porque lo que hizo en la función pública fue endeudarse.
¿Estará Gonzalo tan seguro de estos argumentos que por eso en todas las fotos sale sonriendo como si nada estuviese pasando o es que acaso en realidad es un penco incapaz de entender la gravedad de lo que se le acusa? Llama la atención su sonrisa y aparente alegría.
Según Merhabian, uno de los principales teóricos del lenguaje no verbal, tanto la alegría como la tristeza se expresan en los ojos, no en los labios, por consiguiente una persona puede sonreír, pero su mirada expresar tristeza.
Hay sonrisas que son nerviosas en donde la comisura de los labios se nota tensa en vez de relajada. En el caso de Gonzalo Castillo es todo lo contrario ni su mirada ni su sonrisa evocan preocupación.
Su lenguaje no verbal muestra la imagen de un hombre sumamente relajado y seguro de sí. En varias fotos se le observa haciendo el gesto de un dedo índice en dirección de señalar a alguien que era su gesto de campaña.
Pero también el dedo índice señalando es señal de seguridad y la pregunta siempre volverá a ser la misma ¿Por qué exhibe Gonzalo Castillo tanta seguridad al punto de sonreír?
En otras fotos se le observa con la mano derecha en el pecho, eso es señal de agradecimiento y puede interpretarse que ese gesto va dirigido a quienes acuden a solidarizarse con él.
Y es ahí donde puede estar la razón de su aparente tranquilidad y sonrisa. Gonzalo fue candidato y sacó un 38% en medio de escándalo de su partido y eso es un porcentaje muy alto.
Hasta el momento el PLD ha centrado la defensa de sus compañeros en Gonzalo, pero además a las afueras del Palacio de Justicia donde se le conoce la medida de coerción hay personas agolpadas con pancartas apoyando a su excandidato al punto de que algunos han llegado a vociferarles que si a él lo condenan se crucificarán por él.
Gonzalo no puede mostrarse pusilánime ante un grupo de personas que, ya sea pagada o libremente, les ofrecen su apoyo. Su mejor respuesta debe ser una sonrisa que retribuya el sacrificio de personas que aparentemente lo aman.
Debe mostrar fortaleza. Como líder no puede bajar la cabeza mientras sus seguidores le dan un espaldarazo. De ahí que su sonrisa, más que un aparente convencimiento de inocencia, es la manera de retribuir el esfuerzo de muchos en su nombre.
Entramos en Semana Santa y el momento es propicio para alegorías, en estos días se recuerda el calvario, pero también la resurrección. La multitud enardecida que gritaban ¡crucifíquenlo! y una minoría que creía en su inocencia. Sea cual sea la situación de Gonzalo Castillo para él, su Gólgota, apenas empieza.
Por: Francisco Tavárez, El Demócrata.