La abogada y comunicadora Susana Gautreau De Windt, cuestionó que los partidos políticos hayan entrado en una fase de turbulencia interna, especialmente dentro del Partido Revolucionario Moderno (PRM), donde la carrera por la sucesión presidencial en 2028 ya ha comenzado de manera acelerada. A pesar de que el presidente Luis Abinader apenas inicia su segundo mandato, los precandidatos han intensificado sus estrategias para acumular respaldo dentro del Congreso Nacional, evidenciando una lucha de poder que pone en duda la autoridad del mandatario dentro de su propio partido.
Durante una reciente entrevista en el programa El Demócrata, conducido por el periodista Francisco Tavárez, la analista político Gautreau fue contundente en su diagnóstico: “El presidente tiene que saber que tiene una crisis de autoridad. No lo están respetando como presidente ni como líder del PRM”. Sus palabras resuenan en un contexto donde figuras clave del partido, como Andrés Bautista y Chu Vásquez, han tenido que hacer un llamado público para frenar el proselitismo anticipado.
La disputa entre los precandidatos ha tomado un giro preocupante, con la exhibición de legisladores como una carta de negociación y poder. La cantidad de diputados que un aspirante puede mostrar a su favor se ha convertido en un símbolo de fortaleza política, dejando en segundo plano la verdadera gestión pública. “Lo que ellos hicieron fue un irrespeto al escenario, a la investidura del presidente y una torpeza política. Tener diputados atrás no significa nada si no se traduce en una visión de país”, expresó Gautreau.
Un PRM fragmentado y en competencia interna
Más allá del PRM, el panorama político en la oposición también se está reorganizando. La Fuerza del Pueblo mantiene la figura de Leonel Fernández como su principal líder, mientras Omar Fernández se perfila como una figura emergente. En el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el escenario es más incierto, con múltiples liderazgos en disputa y un electorado que observa con escepticismo su desempeño.
Sin embargo, lo que más llama la atención es la rapidez con la que la lucha interna en el PRM ha escalado. Para algunos analistas, esta situación refleja una atomización de precandidatos dispuestos a competir sin reglas claras, lo que podría debilitar al partido en el largo plazo.
El desafío de Abinader: recuperar el control
El presidente Abinader enfrenta el reto de imponer disciplina en su partido si quiere evitar que la carrera prematura por el 2028 afecte su gobernabilidad. La reciente pugna entre dirigentes y legisladores ha evidenciado la necesidad de una estrategia clara que unifique al PRM y mantenga su estructura cohesionada.
En este contexto, surge la pregunta: ¿debe el mandatario tomar medidas drásticas para frenar la lucha interna? Gautreau cree que sí. “Esto amerita que el presidente de verdad haga un golpe en la mesa. No se puede permitir que la gestión gubernamental se vea empañada por intereses personales”.
Mientras el PRM intenta manejar sus conflictos internos, el electorado observa con atención. El desafío para los precandidatos no es solo acumular apoyo legislativo, sino demostrar que pueden liderar con visión y resultados. En un país donde la política se mueve al ritmo de la percepción pública, los próximos meses serán cruciales para definir el rumbo del oficialismo y la estabilidad del gobierno de Abinader.