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Por: Yolaine Vásquez
SANTO DOMINGO.-La tensión sigue en aumento en la playa de Boca Chica tras el inicio de desalojos en varias áreas del polo turístico, una medida que vendedores y trabajadores califican de arbitraria y abusiva.
Los afectados denuncian que el supuesto remozamiento del área es en realidad un desalojo encubierto, ejecutado sin previo aviso ni acuerdos, afectando a decenas de familias que dependen del comercio en la zona.
“Nos están sacando sin diálogo ni explicaciones, dejando a los más pobres sin sustento, mientras los grandes negocios siguen intocables”, expresó Juan Paul Inártel, presidente de la Asociación de Vendedores de Mariscos.
El conflicto se intensifica con la denuncia de que el alcalde también ha comenzado a cerrar parte del parqueo en la zona alta de la playa, lo que limita el acceso y perjudica aún más a los trabajadores y visitantes.
Además, los manifestantes acusan al alcalde de tener intereses personales en la zona, luego de que intentara construir un negocio en la playa y fuera detenido por Medio Ambiente.
Mientras el cabildo se prepara para una sesión extraordinaria donde algunos regidores estarían dispuestos a aprobar la medida, los vendedores advierten que no se quedarán de brazos cruzados y lucharán por su derecho a trabajar.
