Los trabajos de remozamiento en la emblemática Zona Colonial continúan su curso, con la intención de revitalizar uno de los principales atractivos turísticos e históricos del país, sin embargo, los residentes indicaron que los avances parecen caminar a paso de tortuga.
Tras más de dos años de proceso de revitalización de este iconico lugar, las demoras han generado frustración, pérdidas económicas y un desgaste emocional en quienes viven, trabajan y dependen del corazón histórico de la capital.
Durante un recorrido realizado por este medio, se constató que en las principales arterias turísticas como las emblemáticas calles El Conde y Las Mercedes permanecen obreros trabajando y las calles están parcialmente cerradas, afectadas por intervenciones que han paralizado la dinámica cotidiana.
“Esto es un desastre. Nadie nos da una fecha clara de cuándo terminarán. Los clientes no pueden llegar, no hay parqueos y las ventas han bajado”, expresó con evidente preocupación Yessenia Álvarez, propietaria de un restaurante en la zona.
Algunos ciudadanos indicaron que el impacto de la reestructuración de este motor económico de la zona afecta al turismo, debido a que los recorridos deben ser modificados por el mal estado de las vías.
No obstante, hay quienes defienden el proceso. Algunos residentes valoran los avances, reconociendo que las obras requieren tiempo y cuidado debido a la sensibilidad del patrimonio histórico.
Mientras el Ministerio de Turismo continúa con los trabajos, los afectados piden soluciones urgentes, participación en la planificación y una ejecución más eficiente.